Fútbol | El ambiente
Lo único que no falló en Elche fue la afición visitante
Cerca de trescientos aficionados bercianos se dejaron la voz sin encontrar recompensa
Ni los dos mil kilómetros que han debido meterse entre pecho y espalda los casi doscientos aficionados que se desplazaron desde El Bierzo, impidieron que estos incondicionales de la Deportiva estuvieran en el Martínez Valero y además llevando la voz cantante. A ellos se les unieron otros muchos integrantes de esa legión de fieles que la Ponferradina tiene distribuidos por otras zonas de la península, especialmente en el levante, para gritar al unísono las consignas que los jugadores recogieron sobre el terreno de juego. Fueron situados en un «quesito» del majestuoso estadio ilicitano, lo cual no era obstáculo para que desde esa incómoda posición para presenciar un partido de fútbol se dejaran notar durante toda la contienda. Y eso que los mejores minutos de su equipo tenían como objetivo la portería ocupada en esa primera mitad por Willy Caballero, justo en la parte opuesta del estadio. Más que ver de cerca el balón que Rubén Vega peinó sobre el travesaño del Elche, ellos pudieron imaginar desde aquel lejano sector que la pelota se incrustaba en las mallas locales. Trataron de empujar igual que hicieron ellos y muchos más hace una semana en el Helmántico, pero el cuero, siempre caprichoso, no siguió la trayectoria que ellos soñaban en esta ocasión. Ni siquiera en los momentos más delicados de la Ponferradina dejaron de alentar y eso que ya se podía intuir tan cruel desenlace. A la conclusión del encuentro se quedaron cantando y animando como si aún hubiera tiempo para variar los acontecimientos. Y en cierto modo no les falta razón en su persistencia porque todavía hay opciones de que las cosas puedan tener un final más feliz que el que se avecina para su equipo. Este próximo domingo tienen la oportunidad de seguir empujando a los blanquiazules en el decisivo choque frente al Málaga y además no necesitarán hacer las maletas. Sueñan con esos puntos para poder asistir por fin a la primera victoria lejos de Ponferrada. Tiene que ser en Valdebebas porque al club y a ellos les va la vida en el empeño.