Sin tener el balón, es difícil jugar

CADA DOMINGO me resulta más difícil comentar lo que acontece en El Toralín, pues cada domingo se vienen repitiendo situaciones similares. Tratamos de estas bien armados atrás, con seis futbolistas, insistio, con seis futbolistas como mínimo por detrás del balón y no tenemos inconveniente en cedérselo al contrario. Y con este planteamiento llega un equipo como el Málaga que justificó su posición en la tabla, jugando al paso prácticamente y sólo con eso es capaz de crearnos dos ocasiones de peligro en los tres primeros minutos. Por los comentarios que me llegaron de Salamanca, daba la impresión que conseguir remontar un 3-0 e incluso poder ganar al final, nos daba un plus añadido para el siguiente partido en Elche. Pero llegamos a este encuentro y resulta que no mantenemos esa intensidad que nos permitió ganar en los últimos minutos ante el Lorca y remontar en Salamanca. La lectura, para mí, es que el equipo está necesitado de más personalidad para jugar en situaciones normales, sin tener necesidad de esperar a momentos extremos en los que atacar a la desesperada cuando apenas queda tiempo para reaccionar. Ayer, pensaba que jugando con Risso y Baha arriba íbamos a tener más posesión y buscar desde las bandas a un Risso que las pelea todas y cerca de él a un listo del área. Me equivoqué. Todo resultó igual que siempre, con el balón para el rival y esto para mí es un error porque el equipo se hace muy largo sobre el terreno de juego, obligando además a nuestros jugadores a un esfuerzo adicional que ayer además fue más sufrido por las altas temperaturas. Aunque el tiempo se agota, debemos tratar de corregir los errores, empezando por tener el balón más tiempo en nuestro poder porque eso permitirá manifestarnos sobre el campo.