Diario de León

El enemigo en casa

Alonso y Raikkonen se juegan la F-1 y la jerarquía en sus equipos con Hamilton y Massa, sus «segundos», como principales rivales

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José María Rubio - manamá
León

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Tres carreras bastan para saber que Fernando Alonso y Kimi Raikkonen no sólo tendrán que batallar entre ellos por el título de campeón del mundo sino que también deberán saber convivir con el enemigo en casa. Ni el joven británico Lewis Hamilton, en McLaren, ni el brasileño Felipe Massa, en Ferrari, están dispuestos a regalar de antemano la jefatura de la escudería. En pretemporada, todo apuntaba a que el asturiano y el finlandés reeditarían la guerra del 2005. Si acaso, Massa podría colarse por medio, pero sólo hasta que el nórdico se acostumbrase a la escudería italiana. A Hamilton le quedaba el papel de debutante, de un piloto de futuro obligado rodarse y crecer a las faldas del bicampeón español. El triple empate en cabeza a 22 puntos entre Alonso, Raikkonen y Hamilton, con Massa sin perder la estela, deja los vaticinios en mal lugar. El año se presenta emocionante, igualado y mucho más complicado de lo que incluso se presagiaba para el español, cuyo coche aún está por debajo del Ferrari en prestaciones. Tradición inglesa Ron Dennis, el patrón de McLaren, apostó fuerte por Hamilton y ha ganado el desafío. Fernando se encuentra en una situación que no le resulta desconocida. En Renault, a veces se quejó de que el equipo no estaba con él, cuando era el líder natural de la escudería. Aquí la situación va a ser mucho más difícil, tal y como se vislumbró ya en la primera vuelta del G.P. de Australia, con los vítores a Lewis Hamilton en la carpa de McLaren. Históricamente, en McLaren nunca ha habido primer y segundo piloto. Esa es la tradición inglesa. Los protagonistas son iguales a todos los niveles, sea debutante o bicampeón, por lo que Fernando va a tener que seguir peleando, tal y como hizo las cuatro últimas temporadas, tanto dentro como fuera del coche. El entorno del asturiano confía en que se imponga la lógica en el seno del equipo y no se anteponga el componente nacional, que no existía en la época de los Lauda y Prost, o Senna y Prost. Lo que ocurrió en Bahrein con Alonso no tiene explicación racional ya que el coche estaba tan falto de competitividad general que ni siquiera pudo soportar los envites del BMW de Heidfeld, el alemán que también se las tiene tiesas con el polaco Kubica en la escudería teutona. Es de esperar que, tras el análisis a fondo del chasis de Fernando, el MP4/22-1, se encuentre el problema porque el hecho de que los neumáticos duros fuesen mejor no explica por sí solo la falta de rendimiento general. Dennis se encuentra que su doble apuesta le ha salido con premio. Por un lado tiene al campeón en título y por otro a su creación . No hay que engañarse. La alegría que se vivía a pie de podio en el quipo McLaren es normal. Si fuese al contrario, con un equipo español al que llega un joven de Soria y se sube a las barbas del dos veces campeón británico, se estaría encantados con la situación. Lo que sabe Alonso Alonso aprendió en Renault a optimizar recursos, y en Bahrein volvió a poner en práctica las enseñanzas de la escuela de Briatore. Si el coche no está para más alegrías, hay que conformarse con lo que se tiene. Y como por delante ninguno falló, el quinto puesto no era un mal resultado. Es un corredor de fondo y está acostumbrado a luchar y a guardar sus sensaciones y las tensiones para terminar ganando, en el límite, como el año pasado o en el 2005. Pero sabe que el título no es cosa de tres carreras, sino de 17. Quedan 140 puntos en juego y los diez próximos en España, por lo que, tal y como dice el asturiano, es pronto para dramatizar. Un quinto puesto sabe a poco, pero también acabó quinto el año pasado en Estados Unidos y Alemania, y no pasó nada. Además estaba Michael Schumacher en Ferrari. Dura competencia La competencia es dura, pero eso ya se sabía. Ferrari esperaba haber arrasado y, sin embargo, está por detrás de McLaren en el campeonato de constructores. Si McLaren mantiene la profesionalidad como en sus épocas doradas, y no les puede el corazón, todo rodará bien. Además, en Ferrari la situación es parecida a la de McLaren entre sus dos pilotos y habrá que ver cómo la gestionan, aunque están más acostumbrados a decantarse por el líder natural. Hamilton es un crack , pero Alonso es mejor y lo normal es que lo dem uestre durante el campeonato. Sólo hace falta que el coche rinda lo que debe. El británico vive de las rentas de Alonso y De la Rosa a la hora de definir los reglajes del coche, pero se ha adaptado a la perfección a un coche que aún no sabe poner a punto. El carácter impermeable de Fernando Alonso va a ser fundamental para sobrevivir e n McLaren.

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