Raúl quiere saber si seguirá

Raúl anda con la mosca detrás de la oreja. Quiere seguir en el Real Madrid, donde cobra sueldo de galáctico -12 millones de euros brutos al año- desde que Jorge Valdano le renovó hasta 2010 pese a no ser un jugador del agrado de Florentino Pérez, pero no tiene tan claro que el club cuente con él para el próximo proyecto. Molesto por los rumores que le sitúan lejos de Concha Espina y las filtraciones sobre un supuesto interés del Liverpool, el 7 salió a la palestra ayer y reclamó al presidente o al director deportivo, Pedja Mijatovic, que le aclaren ya su situación. «Me gustaría que me comuniquen si sigo, o si tengo las puertas abiertas», subrayó Raúl, quien dice estar tranquilo porque tiene aún tres años más de contrato y está ilusionado y comprometido en seguir vestido de blanco. Promete que no sabe nada del Liverpool de Rafa Benítez y no entiende las especulaciones en un momento en el que la Liga está en juego. Sospecha que parte de alguien que desea su marcha y que, probablemente, es ajeno al club. Después de trece temporadas en la elite, con 29 años y tras superar una grave lesión de rodilla, el máximo goleador de la Champions no lo afirma en público, pero cree que se merece un mejor trato, que alguna alta instancia del club salga a defenderle y a cortar de raíz el capítulo de los dimes y diretes sobre su continuidad. Siempre ha proclamado que, el día que el Real Madrid no le desee, no pondrá trabas para marcharse, aunque está blindado por su contrato y su cláusula asciende a 180 millones de euros. Cree en los árbitros Ha sufrido toda la temporada fuera de su posición natural, alejado también de la selección española, pero en cuanto Capello le situó como delantero cumplió con dos goles consecutivos, ante Osasuna y Racing. Sólo lleva cinco dianas en esta Liga, pero incluso así es el segundo máximo goleador del equipo, muy lejos de las 15 dianas de Van Nistelrooy. Pese a la última derrota, entiende que la Liga todavía está al alcance de la mano merengue. «Todos estamos decepcionados porque pudimos ganar, pero hay que mirar adelante. Nos pudimos poner líderes y da rabia perder en dos jugadas en las que el árbitro no acertó, pero hay que mirar al sábado, ser mejores que el Valencia y conseguir la victoria», reflexionó. Por más que Turienzo Álvarez errase en El Sardinero, Raúl no se agarra a este tipo de justificaciones ni ve un presunto trato de favor al Barça. «Siempre pienso bien de los árbitros. Tienen una tarea muy difícil y en 90 minutos erramos todos, incluso los aficionados que tiran cosas. Hay que vivir el fútbol con intensidad, pero también con deportividad y aportar más al fair play ».