El Mirandés no quiso ensañarse con el colista

?l Mirandés impuso la lógica y finalmente se hizo con el triunfo sobre un La Bañeza, que volvió a mostrar sus mismas virtudes y sus mismo defectos, orden defensivo y muy poca capacidad resolutiva, lo que permitió un dominio total de principio a fin del conjunto burgalés, que tras adelantarse en el marcador en el minuto 11 se dedició a nadar y guardar la ropa para cumplir el expediente y sumar tres nuevos puntos con la ley del mínimo esfuerzo. Pese a ello, el partido resultó entretenido. La posesión del balón fue siempre de un Mirandés que si hubiese apretado un poco más hubiera logrado un resultado más cómodo y abultado. Tras inaugurar el marcador Capapay para los visitantes, el conjunto dirigido por Miguel Sola gozó de más oportunidades para haber sentenciado el partido y acabar con la incertidumbre de un marcador que podía torcerse para sus intereses en cualquier jugada aislada. Así, en el minuto 26 el conjunto castellano vuelve a batir la portería defendida por Rubén, pero el colegiado anula el mismo por posición antirreglamentaria de fuera de juego. dos minutos después el Iván Agustín el que goza de una gran ocasión para establecer el 0-2 en el marcador, pero su remate se estrella en el poste de la portería bañezana. Superados estos trances, el partido vuelve a la monotonía, llegándose al intermedio con el 0-1 que campeaba en el marcador desde el minuto 11. La reanudación ofrece más de lo mismo, control burgalés e impotencia bañezana. En el minuto 79 es el visitante Pablo el que puede aumentar la diferencia, pero sólo ante Rubén remata alto, perdiéndose por encima del larguero. A medida que avanzan los minutos y el final del encuentro está más cercano, el Mirandés se dedica a controlar el choque todavía más, dejando pasar los minutos sin volver a inquietar la portería bañezana. Sin embargo, cuando todo parecía indicar que el 0-1 sería el resultado llegó la gran ocasión de los locales, pero Diego solo ante la portería visitante falla en el remate final. Se cumplía el minuto 89. Ya no hubo tiempo para más.