El Ademar sale vivo de Hamburgo y ya puede soñar

E ntrar en el pabellón del Hamburgo tiene algo especial. Empequeñece al recién llegado. Sin duda el mejor pabellón de Europa. Es la NBA en balonmano. No es normal que tres especialistas desde los siete metros como Claus, Martin y Costa fallen. Pero lo hicieron. Si hubieran entrado... El Ademar sigue enganchado a la Recopa. Incluso podría subrayarse que muy enganchado. Se perdió, sí, pero es de esas derrotas que no dejan sabor amargo. Son cuatro goles de desventaja (28-24) pero que dejan las puertas abiertas para el partido de vuelta en León dentro de una semana. Y ese era el gran objetivo: salir vivos de Hamburgo para tener opciones de decidir en casa. Y así será. El Ademar acaricia ya su tercera Recopa de Europa gracias a un resultado que permite mantener la ilusión. Y es que el final fue mucho más esperanzador que el inicio. El equipo leonés, arrancó con Claus en el lateral izquierdo. Los primeros minutos fueron de tanteo, con predominio de las defensas. El marcador no se mueve hasta el minuto tres con gol de Hens. El Ademar falla en los pases al pivote y no estrena su casillero hasta el minuto 6.30 con tanto de Garralda. Antes el Hamburgo con dos contras de Flöhr se ha ido 3-0 en el marcador. Martin y Perales hacen un 4-3 esperanzador poco después. La intensidad de la defensa ademarista crece. El contacto también, con especial atención a los lanzadores germanos. Pero el brazo de Hens y el coreano funcionan. 8-4 en el minuto 15. El Hamburgo dobla al Ademar. El ataque estático leonés no carbura y no se aprovechan las superioridades. Por si fuera poco el meta sueco Sandstrom es un muro y Hens y el coreano Kyung-Shin, dos martillos pilones. Cadenas pide tiempo muerto. El ataque mejora y un gran Perales pone otro esperanzador 11-8 a falta de escasamente cinco minutos para el final. Por exclusiones el Hamburo juega con cuatro. Entrerríos -grande también ayer- deja la ventaja en dos 11-9. Y esa desventaja es la que se lleva el Ademar al descanso: 14-12. El primer objetivo estaba cumplido. Tras unos minutos de intercambio en la reanudación. Las cosas se siguen moviendo en ese margen ilusionante hasta que dos zarpazos del coreano Kyung-Shin abren brecha: 20-15. Un margen ya preocupante. Pasan los minutos y los germanos mantienen esa renta de cinco tantos. Estamos en el minuto quince. Y a falta de cinco minutos se llega con esa desventaja: 26-21. Por fortuna, Claus la deja en cuatro con un penalti in extremis cuando quedan dos segundos. Fue el tanto de la esperanza. El gol que puede decidir una Recopa.