El Unicaja no pudo con la calidad del campeón

El Unicaja se hundió ante el campeón al perder a Carlos Cabezas. El CSKA, pese a su discreto partido, arrolló a los malagueños tras la lesión que sufrió en el ojo izquierdo el base al final del tercer cuarto. Cabezas regresó a la pista en el último periodo con sólo un punto a favor del CSKA (48-47), pero lo hizo tocado y se produjo la debacle del Unicaja, nefasto en el tiro pero digno rival hasta el minuto 36. A partir de ese momento, los rusos, dirigidos por el genial Papaloukas, endosaron a los malagueños un espectacular parcial de 14-0 y se pasearon hasta el final del encuentro. Así murió el sueño del Unicaja, que tenía asumido que sorprender al poderoso conjunto ruso era una proeza. Pese a ello, mantuvo la esperanza hasta que el golpe que Óscar Torres propinó a Cabezas llevó al equipo a la ruina. En el conjunto español, el base fue el mejor, junto a Jiménez, y el único que logró superar la decena de puntos, prueba del pésimo bagaje ofensivo de los malagueños. Problemas al final La producción ofensiva del Unicaja en el último cuarto fue para olvidar, sin una sola canasta de dos acertada y con sólo dos triples de ocho intentos en ese periodo letal. Con el Unicaja mermado en el juego interior, y decisiones arbitrales al margen, la superioridad rusa bajo los aros también fue espectacular: 43 rebotes frente a 27. En realidad, el conjunto malagueño ya había cumplido cuando logró colarse entre los cuatro mejores de Europa. Disputar el partido y mantener opciones hasta el tramo final fue un éxito. Hasta el descanso, hizo sufrir más de lo esperado a un CSKA muy irregular y también muy pobre en ataque, consecuencia de la defensa española. Sin embargo, una técnica a Pepe Sánchez por protestar una falta produjo el primer desmoronamiento.