Un gol de Nabil mantiene viva a la PonferradinaA cuatro puntos de la salvaciónOtra «tontería» que cuesta un gol

La Sociedad Deportiva Ponferradina parece empeñada en pelear hasta el último instante por una salvación que ahora no se ve tan lejana como antes de viajar a Tenerife. Ayer tenía que lidiar con un toro bravo y resabiado como el Real Murcia que a estas horas ya es equipo de Primera División. Sobre la hierba de El Toralín no se plasmó una diferencia abismal en lo méramente futbolístico porque el partido resultó un verdadero tostón, sólo animado por la incertidumbre de saber si el Murcia lograría o no el ascenso de categoría. Sin embargo, donde sí se está plasmando esta temporada la diferencia entre la Deportiva y la mayoría de los equipos de Segunda División es en las tablas, la experiencia, el oficio y hasta la profesionalidad de unos y otros. Ayer, con cinco minutos para que llegara el descanso, Rubén Vega pecó de pardillo en una acción que terminó costándole la expulsión. El maragato tiene que analizar exactamente su situación, debe saber leer el partido, esa frase de la que tanto se habla en los últimos tiempos por aquí. Sabe que tiene una tarjeta amarilla y no debe exponerse nunca, bajo ningún concepto, a una circunstancia que haga peligrar su continuidad en el campo. Se la jugó en una acción dentro del área visitante, tirándose claramente a la piscina y terminó pagándolo caro. Él y su equipo, que además prescindirá de un jugador de su talento el próximo sábado en Almería donde se avecina otro choque de infarto. Eso que hizo Rubén ayer no lo haría nunca un jugador del Murcia, por poner un ejemplo. Hay que saber estar y entender con mediana precisión lo que está en juego. Y ahora mismo se ventila el ser o no ser de un equipo que agoniza y que no puede permitirse el lujo de perder a un hombre que, sin ir más lejos, propició la victoria en Tenerife. El caso es que el Murcia jugó a favor de guión. No buscó nunca la portería de Rubio porque el 0-0 le bastaba para subir. Sólo en un error gravísimo de Bornes acertó a marcar por medio de Iván Alonso que se quedó solo ante Rubio. Y a partir de aquí ya tocó la heroica de otras muchas tardes. Con uno menos y con la mitad del equipo diezmado, sólo la fe sin límites que está demostrando este equipo le permitió encontrar un premio menor que puede ser grande si la suerte acompaña en el futuro. Cifu golpeó desde la retaguardia y Nabil fue más listo y rápido que la zaga pimentonera y que el propio Notario para peinar sobre su salida y alojar el cuero en la red. Hay vida y mientras hay vida, hay esperanza. Cayó el Castilla en Salamanca (3-2) y el Alavés fue goleado (5-1) por el Ciudad. La Deportiva está a cuatro puntos de los blancos. Hay vida. Es el peor de los males del equipo este año. Si al final desciende, que todos tengan claro porqué. Ayer Bornes marró gravemente en el tanto murciano.