Adiós al deporte

No se le conoce afición a la práctica de ningún deporte y nadie sabe tampoco si a partir de ahora se animará a hacerlo. El presidente de la Diputación, Javier García Prieto, no pasará a la historia como un gran deportista pero, entre los clubes de la provincia, sí lo hará como el hombre que más empeño puso en fomentar el deporte en todas sus acepciones: del más popular al más populoso, del más grande al casi insignificante. Será recordado también, tal como se reconoció ayer en el Palacio de los Guzmanes, como el político que más facilidades ha dado para entrar en el reparto de ayudas oficiales. García Prieto se despidió ayer del mundo del deporte con un acto sobrio. Fue la firma de 16 convenios de colaboración para que los clubes de la provincia puedan poner en marcha alguno de sus proyectos. Javier García Prieto dejará de ser presidente de la Diputación el 27 de mayo y no repetirá en el cargo. Por eso, el acto de ayer tenía una significación especial. En el salón de Plenos de la Diputación, el presidente estampó su firma una a una, con cierta parsimonia, mientras los directivos de los clubes esperaban sentados su turno. El turno de sus equipos. Estaban allí desde el Ademar, la Ponferradina, el Huracán, La Bañeza Fútbol Club, el Club Ritmo o la Fundación de Ciclismo de Laciana hasta la Delegación Leonesa de Deportes Autóctonos. La Diputación repartió ayer 542.000 euros en ayudas pero, en palabras del presidente de la institución, el dinero era lo de menos. «En estos años hemos hecho un gran esfuerzo no sólo económico. Hemos intentado dar facilidades para justificar los gastos y anticipar el dinero, facilitar que se pudiera optar a las ayudas. Fue nuestro impulso, nuestro ánimo deportivo, dar siempre el apoyo que nos habéis pedido», dijo García Prieto. Su esfuezo, su empeño, se lo reconocieron los directivos de los clubes. En su nombre, Juan Arias, presidente del Ademar, agradeció al presidente de la Diputación su ayuda. «Sin este apoyo, sería imposible llevar a cabo nuestros proyectos», reconoció Arias. Y añadió otro agradecimiento, más relacionado con el talante que con la gestión. «Haber estado abierto a nuevos proyectos». No hubo aplauso final, pero la ovación flotó en el aire.