Partido clave

HOY EN Zaragoza, pabellón Príncipe Felipe, juega Baloncesto León el que puede ser partido clave en la definitiva eliminatoria para subir a la ACB. No estuvo fino el equipo el sábado, donde perdió algo tan importante como el factor cancha, al menos momentáneamente. Y digo momentáneamente, porque hoy tiene la posibilidad de invertir la suerte y asegurarse, cuando menos, el quinto y definitivo partido en León al abrigo de cancha propia, y sobre todo, de un ambiente que puede jugar el factor decisivo. Cancha y ambiente, hoy favorables al CAI. Si los maños, salvan favorablemente la cita, todo o casi todo, -y el casi es porque la esperanza es lo último que se pierde- estaría perdido. No quiero pensar, me resisto totalmente a ello, como la frustración por el ascenso haría carne de realidad -frustrante y dolorosa a la vez- un año más. Por eso invoco a la consideración de los técnicos doctos en la materia baloncestista, a su teoría sobre la gran dificultad de que un equipo derrote a otro dos veces consecutivas. Y, por supuesto, a que Aranzana y sus jugadores den y pulsen la misma tecla que les llevó a la victoria en el primer partido de la eliminatoria. La moneda de la jornada lanzada al aire salió cruz para el León, cara para Ademar y canto para la Cultural. Las tres posibilidades; por más que el canto es tan problemático como ha sido la temporada para los culturalistas. Ademar, en el Príncipe Felipe zaragozano ¿les suena?, logró una sufrida y luchada victoria ante un equipo, el CAI hermano del de baloncesto, que ha venido realizando una temporada espléndida, hasta el punto de que en este momento es serio aspirante a desplazar al Valladolid de la quinta plaza de la clasificación. Un partido más, el gran sentido agonístico de los ademaristas inclinó el fiel de la balanza de su lado. Una victoria que afirma las posibilidades de luchar, contra el viento de los dos partidos que restan y la marea del Barça, que no deja de ser temible y temida marea. La Cultural, con la permanencia consolidada, viajó a Amurrio para, ante el colista, finalizar una temporada para olvidar sin el signo de la derrota. Equipo de circunstancias, temporada resuelta, el empate, aún siendo antes el colista, no es por supuesto un mal resultado.