Aún hay otra bala mañana

Baloncesto León hizo ayer los deberes y plantó cara al todopoderoso CAI Zaragoza, pero al final sucumbió ante el mayor banquillo del conjunto maño. El equipo de Gustavo Aranzana llegó con opciones a las últimas jugadas pero ahí le faltó la necesaria frescura para anotar las canastas que equilibransen el acierto del rival y especialmente de Chalmers. De momento la eliminatoria se pone en franquicia para el conjunto aragonés, pero mañana, jueves, el Baloncesto León dispondrá de una segunda oportunidad para recuperar el factor cancha y generar que el Palacio de Deportes sea quien dicte sentencia. El arranque del partido de ayer obligó al León a realizar un ejercicio de confianza y sosiego. El CAI salió en tromba y situó un rápido parcial 13-3 que dejó a los de Aranzana contra las cuerdas. El balón no quería entrar y aunque León defendía y reboteaba no conseguía terminar de meterse en el partido en ataque. Pero ahí, con una defensa zonal, salió lo mejor de la pareja argentina y desde el exterior dio respuesta a los maños para conseguir cerrar el cuarto con equilibrio (20-20). En el segundo periodo el base francés Dumas exhibió que ha llegado en un gran momento a estos play off. Imprimió el ritmo necesario al equipo y los de Aranzana se hicieron dueños de la cancha, incluso dominando el rebote en muchos momentos. Y hubo otra buena noticia para el equipo leonés. Cuando Leather tuvo que dar el relevo a Peterson al cargarse de faltas el dominicano, el pívot que tanto altibajos ha tenido esta temporada aportó dureza en la pintura y también mucho trabajo en el rebote. León llegó a ponerse seis arriba (27-33) pero el CAI reaccionó y aunque igualó las cosas a 39, los jugadores del banquillo de Aranzana llevaron con ventaja a su equipo al descanso (39-41). Baloncesto León había ganado el rebote (22 por 19 capturas) y había conseguido ocho ofensivos, solventando uno de los problemas surgidos el sábado en el Palacio. En el tercer cuarto Aranzana siguió apostando por Leather, mientras Curro Segura ordenaba incrementar aún más la presión defensiva, especialmente sobre Paolo Quinteros. El escolta se desesperaba ante tanto golpe y acabó pagándolo con una tercera falta, señalada como antideportiva, que le llevó al banquillo. Igualdad muchos minutos El CAI había igualado las cosas y desde el empate a 42 el partido se movió hasta el final con alternativas dentro de un marcador realmente ajustado. Cualquier mínima ventaja de unos u otros recibía rápida respuesta del rival aunque el León echaba en falta a sus tiradores exteriores. Desde los tres tiples del primer cuarto de Quinteros y Bulfoni ningun jugador fue capaz de acertar desde esa distancia. El CAI tenía problemas y en el León fue Hughes el que vio la cuarta a falta de 6:48 para el final. El conjunto maño amenazaba con irse en el marcados (70:63) tras dos triples consecutivos de Crispin cuando los árbitros señalaron una técnica a Curro Segura. León aprovechó la opción para meterse en el partido y llegar con empate a 72 a los dos últimos minutos. Pero ahí a los jugadores de Aranzana les faltó la frescura necesari mientras Crispin aprovechaba su gran momento para matar el partido. La noticia positiva es que el León sigue vivo y que vista su capacidad de reacción mañana sin duda plantará cara de nuevo al CAI.