La euforia por el éxito del ascenso se traslada a una noche de celebración

El jefe de la Policía Local, Martín Muñoz, aseguró al observar el estado de la plaza de Santo Domingo: «A primera vista yo diría que hay unas tres mil personas. Tres mil quinientas como mucho». El intendente saboreó el ascenso de Baloncesto León a la Liga ACB como un leonés más, pero con el deber de coordinar la labor de sus policías. Ni un solo incidente y todo debidamente planificado. Una vez que los miles de aficionados chapotearon en la fuente de Santo Domingo, junto a los jugadores de Baloncesto León, que no dudaron en bajarse del autocar y mezclarse con su gente, siguió la celebración por la zona antigua de León. El Húmedo se convirtió en el centro de operaciones. La ciudad rebosó alegría. Se necesitaba un éxito deportivo, porque ya tocaba. A la séptima fue la vencida. Aranzana, su escudero Javi de Grado y el hombre más feliz de la noche, Joaquín Rodríguez, vieron como la ACB ya es una realidad. Aranzana, aclamado por segunda vez, las mismas que Baloncesto León ha logrado el ascenso.