| Entrevista | Gustavo Aranzana Méndez |
«Tenía una espina clavada con esta ciudad y me la he sacado»
«No es que en su momento me sintiera culpable de nada, pero viví el descenso de este equipo. Reconozco que fue un día muy duro entonces, a pesar de estar en el equipo rival»
Gustavo Aranzana (Valladolid, 1958) repitió éxito diecisiete años después. Baloncesto León consumó su segundo ascenso a la Liga ACB con el mismo hombre en el banquillo. Si el equipo leonés tiene un nombre en la mejor Liga europea de básket se debe en gran parte al sabio manejo desde la banda del entrenador que ha marcado dos épocas diferentes en el equipo leonés. En el día después del ascenso, Aranzana se quiere centrar en la final del play off ante el Ricoh Manresa antes de pensar en su futuro más inmediato. -¿Qué sensaciones e imágenes se le pasan por la cabeza en el día después? -Me siento satisfecho y contento por haber conseguido el ascenso a la ACB. Eso quiere decir que hemos realizado un buen trabajo durante la temporada. No se me borrará de la cabeza la enorme alegría que sentimos todos cuando se consumó la victoria frente al Cai, que supone estar el próximo año en ACB. -¿Sintió que estaba en deuda con León por el descenso que se produjo con usted en el banquillo del equipo rival? -En ningún momento se me pasó por la cabeza. Como profesional yo defendía de aquella los intereses del Valladolid y me pilló de forma indirecta. No es que en su momento me sintiera culpable de nada, pero viví el descenso de este equipo. Reconozco que fue un día muy duro entonces, a pesar de estar en el equipo rival, y ahora ya me he quitado la espina de aquel triste día. Tenía una espina clavada con esta ciudad y me la he sacado. -¿Ha incluido a alguien más en la dedicatoria del ascenso? -Siguen siendo los mismos. Se lo dedico a mi familia y a toda la gente que ha estado con nosotros y nos ha apoyado para conseguirlo. Este ascenso es de León. -¿Qué le dice su hija? -Aquí está a mi lado. Está feliz, pero a su corta edad todavía no se da cuenta de lo que sucedió el sábado en el Palacio. -¿Qué tiene que decirle a la afición? -Que ha estado magnífica, tremenda y fantástica. -Su tono de voz indica una voz cansada, pero llena de emoción... -La celebración del ascenso supuso muchas horas sin dormir y el ambiente festivo te lleva a notar al día siguiente el cansancio físico, no el emotivo. Reconozco que estoy sumamente feliz. -¿Presagiaba este final de temporada? -Siempre quieres que todo salga bien. Por eso el trabajo diario es importantísimo. Subimos porque el equipo ha tenido un excelente comportamiento durante todo el año. Sabía que mi equipo era capaz de ascender, porque me lo habían demostrado con su trabajo. -Y ahora ¿qué? -Hay que comenzar a pensar en el Manresa, un partido que disputamos este viernes. Hay que comenzar a prepararlo con la misma dedicación que lo hemos hecho durante el resto de la temporada. El partido ante el Manresa puede ser el mejor broche a esta gran temporada. -¿Y su futuro próximo como entrenador? -No quiero hablar de ese tema. Prefiero centrarme en el partido frente al Manresa y luego ya hablaremos. -¿Lo tiene hecho con el Caja San Fernando? -No voy a decir nada. Hay que terminar la temporada con un triunfo ante el Manresa y de momento sólo pienso en eso. -¿Lo más difícil ahora es mantenerse en la máxima categoría? - León debe prepararse para la nueva ACB, porque no tiene nada que ver con la que vivió, ya que la que se juega en la actualidad es durísima, y tendrá que pelear mucho.