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Baloncesto | León es ACB LECCIONES DEL PASADO

La ACB transforma León

El equipo deberá optar entre una apuesta por el bloque de jugadores con algunos retoques de calidad para reforzar la plantilla o diseñar un equipo ideado para la nueva competición. El futuro de Aran

Publicado por
F. Castro - león
León

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La maquinaria de Baloncesto León debería ponerse a trabajar rápidamente porque le aguarda un verano duro y complicado. La tarea de transformación del club para jugar en la ACB deberá ser profunda y serán numerosas las modificaciones tanto en su estructura, como en los medios o su organización. Pero una vez más la situación del club, en un momento en el que ha tocado el cielo, precisará un impás. Tras las elecciones municipales de ayer la nueva corporación deberá decidir el futuro del club. El Ayuntamiento tiene el 51% del capital social y por lo tanto la llave para designar quién será el presidente de la nueva era ACB. Miguel Fernández Llamazares es un hombre de confianza del concejal de Deportes José María Rodríguez de Francisco y su continuidad es la primera incógnita en el club. Un aspecto importante sobre el futuro será la posición de Agelco. La agrupación de constructores posee el 49% del capital social de Baloncesto León, pero en estos momentos está fuera de los órganos de decisión por su situación de enfrentamiento con Rodríguez de Francisco. Y en lo deportivo el asunto del banquillo debería tener prioridad a la hora de confeccionar el nuevo proyecto deportivo. Gustavo Aranzana tiene un año más de contrato por la renovación automática generada por el ascenso, pero el técnico siempre tendrá la posibilidad de pagar su salida. En el caso del técnico vallisoletano será sin duda la posibilidad de disponer de un proyecto deportivo competitivo la que más pesará a la hora de que Aranzana opte por seguir en León. Ahora el club deberá optar entre mantener el bloque de jugadores como han hecho otros equipos con éxito o realizar una renovación amplia de la plantilla para crear un conjunto más acorde con la nueva categoría. Ambas opciones tienen sus pros y sus contras. En la plantilla hay al menos tres jugadores con contrato en vigor: son el base Juanjo Bernabé, el alero Tucky Bulfoni y el ala-pívot Dani García. En todos los casos existen cláusulas para que se pueda romper la relación a través de pagos económicos. Otro jugador que tiene la renovación automática de su contrato con el ascenso es el pívot estadounidense Rick Hughes. Y también los jóvenes Franco Rocchia -alero argentino cedido esta campaña al Palencia de LEB-2- y Fran Baquer -base navarro- mantiene una vinculación contractual que se prolonga más allá de este verano. 1 El impulso de Elosúa fue determinante. Baloncesto León llegó a lo más alto gracias al empuje de la firma aceitera. La firme apuesta de Marcelino Elosúa por el club le permitió crecer hasta alcanzar el ascenso y después competir varios años en la parte alta de la clasificación. El club jugó en Europa y vivió su época dorada siempre de la mano de Gustavo Aranzana. 2 Empezaron los problemas. Los primeros problemas en el club llegaron pocos años después. Surgió el famoso expediente de crisis por los conflictos financieros, llegó el final del patrocinio de Elosúa y el club fue perdieron capital humano con la entrada en vigor de la sociedad anónima deportiva. Los políticos pasaron a ser los hombres fuertes del club. 3 La fusión fracasada pasó factura. Hace ahora una década surgió la propuesta de fusión de Baloncesto León con la Cultural. El proyecto fue un fracaso y en cuestión de meses se tuvo que dar la marcha atrás. Por el camino había quedado como víctima el entrenador Gustavo Aranzana, que fue expulsado del club por la puerta de atrás. Se abrió una etapa de declive que se prolongó durante los últimos años de la década de los noventa. Los recursos económicos se fueron mermando y se perdieron competitividad en la liga. 4 Llegó el temido descenso. Baloncesto León perdió la categoría en abril del 2000. No fue cuestión de un día, de una derrota ante el Forum Valladolid en el Palacio de Deportes. La crisis se venía fraguando desde los últimos años y especialmente en una temporada en la que el equipo fue dejando pasar sobre la cancha todos los trenes para engancharse a la permanencia. La plantilla no funcionaba y los cambios no llegaron a tiempo. 5 Falló el primer año y se enquistó. El equipo leonés arrasó en la fase regular en su primer temporada en LEB pero falló en los play off. Se sucedieron los entrenadores y los proyectos deportivos, pero se resistió. No faltaron las lesiones, la falta de suerte o los conflictos internos en el vestuario o en el club. 6 El efecto Aranzana. El técnico retornó en el verano del 2005. Su presencia dio un nuevo aire al equipo. La ciudad volvió a creer en Baloncesto León.