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La FIA investiga la victoria de Alonso en Montecarlo Los errores del novato Hamilton La lluvia destroza Roland Garros Un español muere al bajar del tercer pico más alto del mundo
McLaren defiende que no hubo órdenes de equipo para que Hamilton no luchase contra él
Toda la alegría que invadió a la escudería McLaren-Mercedes el domingo tras la carrera de Mónaco, con el doblete conseguido por sus pilotos, Fernando Alonso y Lewis Hamilton, se convirtió ayer en preocupación. La prensa británica acusó a Ron Dennis de dar órdenes de equipo y así evitar que el inglés Hamilton luchara contra Alonso. Parece ser que los dos pilotos recibieron órdenes de mantener sus respectivas posiciones después de entrar en boxes y de esa forma reducir riesgos en un circuito tan complicado como el de Montecarlo para asegurar la primera y segunda posición en el GP de Mónaco. La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ha decidido investigar si la escudería ha quebrantado el artículo 151c. del Código Deportivo que dice que se puede causar un daño «por cualquier conducta fraudulenta o algún acto perjudicial para los intereses de la competición o los intereses del deporte en general». «La FIA ha puesto en marcha una investigación sobre los incidentes en que se vio envuelto el equipo McLaren-Mercedes durante el Gran Premio de Mónaco en los que podría haber contravenido un artículo del Código Deportivo Internacional. Las evidencias están bajo revisión y más tarde se anunciará la decisión tomada», afirmó el organismo a través de un breve comunicado oficial. La FIA deja claro que no desea que se repitan hechos como el del Gran Premio de Austria del 2002, en el que Rubens Barrichello se dejó superar por su jefe de filas en Ferrari, Michael Schumacher, cuando cruzaban la línea de meta. Con relación a McLaren, en 1998, durante el Gran Premio de Australia, David Coulthard fue superado por Mika Hakkinen, que se proclamó vencedor de la carrera. Parece que la prensa británica no puede soportar que, tras la larga sequía de pilotos que ha padecido, aparezca Lewis Hamilton y tenga en su equipo a un bicampeón del mundo, que además es español. Tras la carrera de Mónaco, y durante la rueda de prensa que dio a sus compatriotas, Hamilton dijo: «Llevo el número 2 en mi coche y soy el piloto número dos». Esto ha sido lo que más daño ha hecho a los medios del país. Estrategia frente a órdenes Sin embargo, el patrón de McLaren, Ron Dennis, ha defendido su posición y ha dejado muy claro que las especiales características del trazado monegasco hicieron que Alonso entrara en dos ocasiones a cambiar ruedas y repostar por delante de Hamilton y que, una vez que los dos lo hicieron, el asturiano volvió a colocarse en cabeza. «No me gusta frenar a los pilotos y no me gusta verlos disgustados, pero ésta es la forma de ganar en Mónaco. No tenemos órdenes de equipo. Lo que teníamos era una estrategia para ganar esta carrera. Habrá circuitos donde nuestros pilotos tendrán una absoluta libertad, pero éste no era uno de ellos», comentó Dennis. Estas declaraciones, al margen de reglamentos, lo que demuestran es que en McLaren imperó la cordura y no la pasión ni la nacionalidad. Ron Dennis también ha diferenciado lo que para él, y en general par a cualquiera que está involucrado en este deporte, son órdenes y estrategia de equipo: «Estrategia de equipo es la que se prepara antes de la carrera para intentar ganar un gran premio. Las órdenes de equipo sirven para manipularlo, y nosotros no tenemos que manipular los grandes premios». Si se observan bien las imágenes de la carrera de Mónaco, está claro que Alonso tomó la salida más descargado de combustible que Hamilton. Por algo entró a repostar tres vueltas antes que él. Una vez que el británico realizó su parada, regresó a pista y se colocó de nuevo por detrás de su compañero de equipo. En el segundo repostaje ocurrió más de lo mismo. Además, Hamilton cometió varios errores y tocó los guardarraíles en varias ocasiones durante las 78 vueltas que dio al circuito. Habrá que esperar a ver qué decisión toma la FIA, pero tendría que rev isar muchas carreras de años anteriores en las que en la escudería Ferrari sí que pareció haber órdenes de equipo. Aquellas en las que siempre ganaba Schumacher, pasara lo que pasara con su compañero. La poderosa prensa británica ha cargado contra Ron Dennis, acusándole de favorecer a Alonso en Mónaco. Pero la carrera no se decidió ni en los boxes ni el domingo en la pista. Estaba ya decidida desde el sábado por tratarse del circuito de Mónaco, cuando Alonso hizo la pole . En la salida hubo lógica por parte de Hamilton, y es que los 18 puntos que podía sumar McLaren eran demasiado importantes como para dejar que se escaparan. En carrera y en los repostajes la esc udería siguió el guión perfecto para ganar, y los pilotos cumplieron lo que les dictaba la cabeza. Uno detrás de otro, para repetir un doblete que les permite liderar el Mundial de constructores con 20 puntos sobre Ferrari. Hamilton sabe que su oportunidad llegará en la pista, y dentro de poco. «Nosotros no tenemos que manipular los grandes premios» RON DENNIS Patrón de McLaren Roland Garros, a causa de la lluvia, va de mal en peor. La programación ha sido destrozada por el mal tiempo. La anulación de partidos fue algo así como el orden del día. En un momento determinado se cancelaron 22 enfrentamientos, hasta que al filo de las seis y media de la tarde el comité de competición dio por suspendida la jornada. Nicolás Almagro e Iván Navarro Pastor fueron dos de los afectados por la suspensión. Mientras los jugadores en paro difícilmente entretuvieron las horas en la sala destinada a ellos y sus familiares, las tiendas de la organización consiguieron hacer el negocio, si no del siglo, sí de la temporada. A falta de partidos, todos los visitantes se preocuparon de adquirir prendas de recuerdo del torneo, aunque los precios son estratosféricos. Teóricamente, en el segundo día del torneo debían haberse disputado 64 partidos. La realidad fue muy distinta: sólo 14. El montañero español Íñigo de Pineda Blanc murió el día 24 en el Himalaya al sufrir una caída de mil metros cuando descendía la montaña de Kanchenjunga, la tercera cumbre más alta del mundo. Tras coronar la cima de 8.586 metros, De Pineda, de 39 años, cayó cuando se encontraba a 8.200 metros de altitud en la fase de descenso.