Cadenas se despide dejando al Ademar el billete para Champions
El Ademar dependía de sí mismo para asegurar el tercer puesto y no dio opciones al Arrate
El Ademar León consiguió el billete para disputar la temporada que viene la Liga de Campeones. Los de León tenían claro que tenían que ganar para no depender de nadie, salieron desde el inicio a por el partido y al final lograron ganar el choque con holgura y conseguir también el objetivo. En la primera parte se vio desde el principio que el conjunto visitante jugaba más que el Arrate. Los de León se jugaban una plaza en la Liga de Campeones y llegaron a Eibar con la intención de llevarse los puntos y no esperar a lo que hiciese el Barcelona. El Arrate, por su parte, tenía la posibilidad de acabar séptimo y esperar la posibilidad de que le llegase una invitación europea para jugar la Copa IHF. El Ademar no quería sorpresas y salió desde el inicio a sentenciar el choque. Se adelantaron en el marcador y de ahí hasta el descanso siempre mandaron en el luminoso. En los primeros cinco minutos lograron una renta de tres goles de diferencia y nunca bajaron el ritmo del partido y, además, fueron capaces de aguantar con est e marcador. El Arrate quería reaccionar, pero la buena actuación de Saric impedía que el marcador de los locales siguiera aumentando y a la contra los rojos no perdonaban. La mayor diferencia fue de seis goles a falta de dos minutos (13-19), y a falta de 30 segundos con un 14-20. Parecía que los visitantes serían capaces de aguantar con ese resultado hasta el final del primer tiempo, pero un penalti cuando ya sonaba la bocina posibilitó que los de Eibar redujesen las diferencias ya que Davo Kutura no perdonó y puso el 15-20 en el luminoso, resultado con el que se llegó al final del primer tiempo. Una diferencia de cinco goles que hacía justicia a lo que se vio en este primer tiempo ya que los de León se mostraron siempre bastante superiores. En la segunda parte, pese a contar con una diferencia de 5 goles a favor, el Ademar salió centrado, sin despistarse, tenían claro que el juego que habían hecho en la primera mitad era el camino a seguir, ya que de lo contrario el Arrate podía entrar en el partido y a los leoneses se le podían complicar las cosas. Poco a poco, el Ademar volvió a imponerse en el juego, seguros atrás y rematando con acierto las contras. Las diferencias se seguían manteniendo y el partido iba por el cauce que quería Manolo Cadenas. La sentencia del choque llegó a mediados de la segunda parte cuando, a falta de doce minutos y diez segundos, la diferencia era de ocho goles (27-35). El Arrate, que hasta entonces luchaba sin tesón, veía que el choque se le escapaba definitivamente. Poco a poco, los nervios y el cansancio hicieron mella en los jugadores entrenados por Víctor Debre y empezaron a llegar las exclusiones. Los colegiados, que tampoco querían pasar desapercibidos en el partido, empezaron a echar a jugadores del Arrate y durante muchos minutos los guipuzcoanos lucharon en inferioridad. Ese factor ayudó aún más al conjunto leonés para tener controlado el partido y jugar con tranquilidad, aunque el técnico Manolo Cadenas seguía pidiendo a sus jugadores tensión sobre la cancha. La actuación de los colegiados, en cambio, irritó a los aficionados locales que ya estaban más pendientes de protestar y meterse con los colegiados que con el choque. El tramo final del encuentro fue plácido para el conjunto del Ademar León, ya que entraron en el tramo final con una diferencia de seis goles, y además el equipo rival estaba total y absolutamente entregado más pendiente ya de protestar que del marcador. En los minutos finales, cada gol del Ademar servía para que los jugadores del cuadro leonés se abrazaran en la pista conscientes de que el billete para jugar la Liga de Campeones no se les escapaba. Al final, victoria clara y contundente del Ademar León, que con justicia demostró ser más equipo que el Arrate y que al final consiguió su objetivo que es, al fin y al cabo, un premio menor porque el objetivo en principio era lograr algún título, pero a falta de éstos era prioridad lograr plaza para jugar la Liga de Campeones. También merecen mención especial la treintena de seguidores que viajaron de León a Eibar y que no cesaron de animar a sus jugadores y al final recibieron el aplauso de todos los componentes del equipo.