Una Liga muy cambiada

Han pasado siete años desde que Baloncesto León abandonó la ACB y las cosas han cambiado mucho. Ya lo advirtió Gustavo Aranzana el día del ascenso, la Liga es cada vez más dura. Y como prueba lo ocurrido este año con el Etosa Alicante, que se vio condenado a caer a la LEB a pesar de que había sumado un total de doce victorias en la fase regular. Los equipos punteros de la ACB sitúan sus presupuestos no muy lejos de los casi veinte millones de euros -tres mil millones de las antiguas pesetas- y los modestos se mueven entre los cuatro -el mínimo son tres- y los siete millones de euros. En lo que sí gana el Climalia León con su entrada en la ACB es es en comodidad en materia de viajes, lo que sí supone una importante disminución de costes en los desplazamientos. En la LEB este año había cinco equipos de fuera de la península y la próxima temporada serán seis, con el ascenso logrado por el equipo tinerfeño de La Laguna, lo que supondrá una auténtica sangría económica para los clubes, que deberá viajar a Canarias, Baleares y Melilla media docena de veces disparano y mucho los gastos. En el caso de la ACB sólo hay dos viajes de la Península, a Menorca y a Gran Canaria. Además, la ACB tiene concentrados los clubes en zonas más cómodas para los desplazamientos. Madrid tiene tres equipos y el entorno de Barcelona acumula hasta cuatro, y también existe una importante presencia de clubes andaluces y levantinos. El resto de la liga está integrada por equipos del norte, con dos vascos y ahora con dos castellano y leoneses. Para la próxima temporada se reducirán los partidos de play off de cinco a tres en las dos primeras rondas.