Wimbledon
Federer gana en Londres por quinta vez seguida e iguala el hito de Borg
El suizo se impuso a un gran Nadal en el último y decisivo set tras un partido muy igualado Los protagonistas: Federer |
Roger Federer consiguió su deseado objetivo: adjudicarse por quinto año consecutivo el título de campeón de Wimbledon. Su triunfo lo alcanzó a costa de superar con no pocas dificultades al español Rafael Nadal, segundo cabeza de serie, por 7-6 (7), 4-6, 7-6 (3), 2-6 y 6-2 en tres horas y 45 minutos. El suizo cerró el enfrentamiento con un espectacular remate por alto para después dejarse caer de espaldas sobre la hierba de la pista central mientras el público le ovacionaba largamente. Por este quinto título, que iguala la marca establecida por el sueco Bjorn Borg (cinco temporadas consecutivas, 1976 a 1980), el jugador nacido en Basilea el 8 de agosto de 1981 ha recibido un premio de 1.092.000 euros. Nadal ha tenido que conformarse con 546.000 euros, pero en todo caso el mallorquín encabeza la lista de ganancias este año por un total de 3.843.545 euros. Federer ocupa la segunda posición en cuanto a ingresos de la temporada se refiere por 3.752.645 euros. El de Basilea, además, aparecerá este lunes, como de costumbre, al frente de la clasificación mundial, en cuya condición de líder lleva desde el 2 de febrero del año 2004. La final respondió a la expectación despertada. Fue una pelea abierta entre dos jugadores que se conocen a fondo. Existió, eso sí, una diferencia fundamental: la superioridad del helvético en cuanto a potencia del saque se refiere. Nadal, una vez más, tuvo que jugar bastante con el segundo servicio, circunstancia que no desaprovechó su oponente para cargar las tintas sobre el español. Sirva de dato informativo el hecho de que frente a los 24 puntos de saque directo logrados por Federer, Nadal respondió con un solo ace . Para más inri, mientras el suizo acumuló nada menos que 65 golpes ganadores, el mallorquín no pasó de los 50. La clave del desenlace de la final estuvo en los juegos quinto y sexto de la quinta manga. Nadal desaprovechó dos bolas de ruptura y acto seguido fue el líder mundial el que hizo un break de incalculable valor. En ese par de juegos quedaba prácticamente resuelto un enfrentamiento que se prolongó durante casi cuatro horas. El de Basilea ganó el primer punto fuera de la pista: se llevó el cara y cruz y sacó primero. Tras eso, sirvió el primero de sus veinticuatro aces del partido. Un año más, y van 121 ediciones, la Catedral del tenis guarda un silencio reverencial el domingo de la final. Sirve Nadal y lo único que se oye en el campo es una ráfaga muy lejana de algún fotógrafo. El mallorquín comienza con más ojo que el suizo para los Hawk-Eye. Cuando pide que el Ojo de Halcón le rearbitre una bola complicada es por algo. En el desempate del primer set el suizo ya se sentaba después de que el árbitro diera por mala una bola de Nadal. A Rafa le parecía buena. Y lo era. La pena es que el set (y a la postre el partido) al final fue para el helvético. «Intentaré volver a estar aquí el año que viene y trataré de hacerlo lo mejor posible» RAFA NADAL