Jugadora del León BM y de la Selección española sub19
«Volver con una medalla de Turquía sería un sueño»
Con la vista puesta en el Europeo del 10 al 20 de agosto en Turquía, Verónica Cañón viaja hoy a Granada para iniciar la concentración con la selección española sub19
Verónica Cañón es la promesa más firme del balonmano femenino leonés. A sus 19 años, la extremo derecho ha sido pieza clave en la mejor temporada de la historia del León BM y ahora se enfrenta al reto de liderar a la selección española en el europeo sub19 que se disputará en Turquía del 10 al 20 de agosto. Rápida y habilidosa en la pista y siempre con la sonrisa en la cara fuera de ella, por sus manos pasa el futuro del León BM y quizá también el de la selección española absoluta. -¿Cuándo y cómo empezaste a jugar a balonmano? -Empecé a los 12 años en «La Palomera», en realidad a mi me gustaba la gimnasia, pero me metí para pasar el tiempo con mis amigas. Poco a poco me fue gustando más y cuando en cadetes fiché por el Cleba y comencé a ser habitual con la selección de Castilla y León, empecé a pensar que podía llegar a algo en este mundillo... -¿Tienes algún modelo en el que fijarte? -Cuando empecé a jugar siempre me fijaba en Verónica Valverde, la veía jugar y pensaba en llegar a ser como ella. Las danesas Lene Tobiasen y Henriette Mikkelsen son otras dos jugadoras que me encantan. Respecto al masculino sin ninguna duda Juanín: yo iba al Ademar por verle jugar a él. -¿Cómo se compagina el trabajo con los estudios? -Es muy complicado. Estoy estudiando enfermería y es difícil compaginar los horarios. Por la mañana tengo clase y por la tarde prácticas de 3 a 9 en el hospital: tengo que salir diez minutos antes para llegar al entrenamiento que es de 9 a 11:30. Luego además hay que sacar tiempo para el estudio y las amistades se resienten: cuando se van a tomar algo después de clase te vas a entrenar, los fines de semana no puedes quedar porque tienes que viajar a la otra punta de España... -¿Cuál ha sido el mejor momento en tu carrera deportiva? -Sin duda el título de la Copa ABF, realmente no pensábamos que pudiéramos lograrlo. Ganar al Cementos ya fue increíble, pero lograr el título fue lo máximo. Estuvimos una semana de fiesta celebrándolo y supuso que los equipos nos respetaran mucho más. -¿Y el peor? -Quizá todo lo que ocurrió este año en Canarias. El ambiente fue infernal pero lo peor fue cuando Raquel recibió la pedrada: estaba tendida en el autobús sangrando y nosotras nos asustamos muchísimo: todas llorando, gritando... fue horrible. -¿Se ha interesado algún equipo de los «grandes» por ti? -Algo ha habido... pero yo soy muy de casa. Ahora mismo no me planteo separarme de mi familia. Además, como se aprende es jugando, estar con grandes jugadoras entrenando pero sin poder jugar podría frenar mi progresión. En unos años quién sabe... si me fuera sería para irme al extranjero: jugar en Dinamarca o Noruega, con la pasión y repercusión que allí tiene el balonmano sería alucinante. -¿Cuáles son tus sueños en el mundo del balonmano? -Jugar un Europeo o un Mundial con la selección española absoluta. También ganar una liga con el León BM, pero, hoy por hoy, eso es imposible. -¿Qué se siente con la llamada de la selección? -La primera vez sorpresa. Es el mismo bloque que había jugado el Europeo juvenil y yo no había ido, ahora que llevo todo el año acudiendo a las concentraciones, preeuropeo... ya era más esperado. Lo mejor de la selección es que estoy rodeada de unas compañeras fantásticas, nos llevamos fenomenal y eso hace las concentraciones mucho más amenas: hablamos mucho, jugamos a las cartas... Si no fuera por el régimen tan estricto que tenemos, sería como unas vacaciones con amigas en las que hacemos entrenamientos. -¿Régimen estricto? -Sí, está todo muy controlado: nos dicen lo que debemos comer, nos obligan a dormir la siesta, no podemos tomar el sol, no podemos salir por la noche... Es por el bien del equipo, pero a veces se hace duro, por ejemplo en esta primera concentración en Granada tendremos que levantarnos a las 7 de la mañana para hacer nuestra particular pretemporada... -¿Qué destacarías del preeuropeo disputado en Bulgaria? -¡El hambre que pasamos¡ Fue horrible, estábamos muertas de hambre y siempre que podíamos nos escapábamos a una pizzería... Por si en Turquía es igual, ya nos hemos pensado el comprar comida de sobra en la última concentración en Segovia... -¿Cuál es el planning de trabajo? -Del 9 al 19 de julio realizaremos una pretemporada en Granada, después viajaremos a Belgrado donde jugaremos dos amistosos contra Serbia y tras cuatro días de descanso en nuestras casas, estaremos en Segovia, donde entrenaremos y jugaremos dos amistosos con Rusia antes de viajar a Turquía a jugar el Europeo -¿A qué aspira la selección en Turquía? -El objetivo es pasar el grupo inicial para colarnos entre las ocho primeras, pero luego no renunciamos a nada. Sabemos que hay selecciones como Dinamarca, Noruega o Rusia, que son superiores al resto, pero vamos a luchar para lograr la mejor posición posible. Si quedamos quintas sería ya un éxito, pero lograr medalla sería un sueño hecho realidad. -Clave en el León BM con 19 años... ¿y líder del combinado español? -No... Hay gente muy buena: las hermanas Luján que juegan habitualmente en el Mar Alicante, Ana Vicente... En la selección se juega mucho con los extremos y eso me puede dar un papel más protagonista, pero no me considero la líder de la selección. -Hablando del León BM, ¿os ha dolido la renuncia a jugar en Europa? -Muchísimo. Llevamos toda la última parte de la temporada luchando por ello. Sabemos que Jesús Fernández ha hecho lo mejor, pero lo que de verdad duele es la falta de apoyo de las instituciones: si estuviéramos hablando de otro club no lo habrían permitido. Se han volcado con el ascenso del Baloncesto León, pero nosotras también estamos en la máxima categoría.