Llega el «Rey escorpión»
El brasileño Francelino da Silva Matuzalem fue ayer presentado como nuevo jugador del Real Zaragoza. «Estoy muy feliz por haber firmado por este equipo» Ismael Urzaiz jugará la próxima tempo
El brasileño Francelino Da Silva Matuzalem, que ayer fue presentado como nuevo jugador del Real Zaragoza, señaló que el juego del conjunto aragonés encaja muy bien con sus características futbolísticas. «Me gusta jugar la pelota y en esto coincido con el juego del Zaragoza>, indicó el ex jugador del conjunto ucraniano del Shakhtar Donetsk. Matuzalem, que dijo que estaba muy feliz por haber firmado con el equipo aragonés, explicó que durante la pasada temporada tuvo ocasión de ver partidos de la Liga española y del Real Zaragoza, y que le gustó el juego ofensivo que practicaba. También añadió que sabe que llega para actuar como medio centro organizador, que es donde más le gusta y que es la posición en la que ha jugado siempre. Sin embargo, el hecho de ocupar esa posición no supone renunciar a pisar área e intentar marcar goles. «Soy organizador pero cuando tengo la posibilidad me sumo al ataque», dijo. E centrocampista brasileño cree que puede aportar su experiencia de cuatro años en Italia y tres en el Shakhtar Donetsk, donde también ha disputado la Liga de Campeones, y espera que su trabajo pueda servir para ayudar al equipo. Francelino Matuzalem se mostró feliz de jugar con grandes compañeros a su lado que tienen una gran experiencia internacional como los argentinos Fabián Ayala, Diego Milito, Pablo Aimar o su compatriota Oliveira, aunque explicó que cuando estuvo en Italia tuvo la ocasión de estar al lado de otros de la categoría de Roberto Baggio o de «Pep» Guardiola. El nuevo jugador zaragocista no quiso hablar sobre su salida del club ucraniano que se ha producido acogiéndose a un artículo del reglamento del Estatuto del Jugador de la FIFA. El centrocampista utilizó el artículo 17 que permite a jugadores que lleven más de tres años en un club, o dos sin son mayores de 28, rescindir su contrato para marcharse a un equipo de otro país siendo entonces la propia FIFA, a través de su Tribunal de Arbitraje, la que decide la indemnización a pagar por el nuevo club. Esta se suele fijar en función de varias variables como el salario del jugador o lo que su club pagó en su día por él.