Pescadores bercianos alertan de la escasez de truchas en el coto intensivo del Sil
El coto intensivo de Ponferrada, en el río Sil, se ubica en un tramo totalmente urbano de este río situado entre el puente de hierro de los juzgados y el puente de Toral de Merayo. Son cuatro kilómetros con un caudal estable, ya que se trata de un tramo regulado, en el que se expiden veinte permisos diarios los miércoles, viernes, sábados y domingos. Pese a que las márgenes no están muy bien cuidadas y que el agua discurre con cierta contaminación, son muchos los pescadores que solicitan permisos para intentar pescar el cupo establecido de seis truchas mayores de 22 centímetros. Habida cuenta de la comodidad que supone no tener que desplazarse lejos y de la reducción del precio en un 50% para los jubilados, son éstos los que habitualmente constituyen el grueso de pescadores que frecuentan el acotado. Durante todo el invierno la presencia de cormoranes fue habitual, lo que redujo sustancialmente la población truchera, relativamente abundante, que había quedado de la anterior campaña. A comienzos de temporada se pescaron algunos buenos ejemplares, pero rápidamente decayeron las capturas hasta el punto de que conseguir el cupo se convirtió en misión imposible e incluso los ceros fueron frecuentes. En esta situación se imponían las habituales repoblaciones que los lunes o martes se realizan por el Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León con truchas procedentes de la piscifactoría de Vegas del Condado. Pero en esta temporada parece que las sueltas de truchas se realizan con menor frecuencia de lo habitual. Unas veces porque se ha estropeado el camión cisterna y otras por diversas razones, las truchas no llegan y los jubilados que sacan su permiso se sienten estafados. Además algunas de las pocas «pintonas» que se sueltan no llegan a la talla de 22 centímetros, o están en el límite, lo que crea situaciones comprometidas, pues estas truchas pueden mermar algún milímetro al matarlas y portarlas en la cesta. El sentimiento generalizado de estafa no impide que se sigan sacando permisos pues la situación en otros ríos de la comarca tampoco es muy boyante salvo en los tramos libres sin muerte del Valcarce. La pasada semana por fin aparecía el ansiado camión, pero al parecer y siempre según informaciones recogidas entre los pescadores, la cantidad de truchas soltadas fue mínima y muy lejos de las que se soltaban otros años. En los otros cotos intensivos la situación es variable, pues si bien en Marne las quejas son frecuentes, parece que en La Bañeza se está pescando bien. La causa puede ser que, al venir el río muy alto durante los primeros meses de la temporada, ha quedado bastante trucha a la que habría de sumarse la repoblada posteriormente.