Diario de León

Alonso: prohibido hablar

McLaren no deja hablar a sus pilotos y contragolpea denunciando que Ferrari ganó la carrera de Australia con un coche ilegal

Fernando Alonso al acabar el entrenamiento

Fernando Alonso al acabar el entrenamiento

Publicado por
José María Rubio - budapest
León

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La presencia de Fernando Alonso en la conferencia de prensa de ayer estaba anunciada, pero la silla del español se quedó vacía. Los pilotos deben acudir a las ruedas de prensa de la FIA, bajo amenaza de una fuerte sanción económica (6000 euros) pero a Ron Dennis, jefe de la escudería inglesa, ese aspecto no parece preocuparle en exceso y dio instrucciones para que el asturiano no se presentase. Este desaire es un poco más de gasolina que echa el responsable de McLaren al fuego de la polémica con Ferrari y que sin duda le va a perjudicar en la más que probable sanción que la escudería anglo-alemana tendrá que cumplir tras la reapertura del caso de espionaje. «Si quieres saber más sobre las razones preguntarle a Dennis en la rueda de prensa del sábado», dijo Alonso mientras comía una ensalada con pollo en las instalaciones de McLaren. El piloto asturiano, al igual que su compañero Lewis Hamilton, tampoco atendieron a los medios de comunicación en el 'motorhome' de su equipo. Alonso salió sonriente por la tarde del circuito, vestido con la camiseta del equipo y cumplió con todo lo que le mandó el equipo a nivel de promociones, con la sonrisa en los labios. Eso sí, sin decir ni una palabra. Cansado quizá del caso de espionaje, Ron Dennis ha contragolpeado y acusado a Ferrari de utilizar un coche ilegal en Australia, con el que ganó Raikkonen la carrera que abrió la temporada. Grave crítica expuesta en una larga carta enviada a Luigi Macaluso, el italiano, miembro de la FIA, que estuvo en el Consejo Mundial del pasado día 26 de julio, con copia a Jean Todt, de Ferrari, y al presidente de la FIA, Max Mosley. El máximo responsable de McLaren arremete contra todo lo que se mueve en la F1, especialmente contra Ferrari, equipo al que acusa de haber utilizado un coche ilegal, algo que desmintió Raikkonen en la rueda de prensa del jueves. Según Dennis, un empleado de Ferrari, Nigel Stepney, que había sido despedido por el equipo de Maranello, le habría dicho en marzo al jefe de diseño de McLaren, Mike Coughlan, que los monoplazas rojos no cumplían los requisitos ya antes del Gran Premio de Australia. Una irregularidad se refería a la sujeción del fondo plano -la FIA cambió la forma de medir la resistencia después de la carrera de Australia- y la otra al soporte del alerón trasero. «Hasta donde supimos, Ferrari utilizó ese dispositivo en esa carrera que ganó», explica Dennis. «Por el bien de la Fórmula 1, McLaren decidió no impugnar el resultado, aún cuando Ferrari parecía haber contado con una ventaja legal», añade. Posteriormente, siempre según la versión de Dennis, McLaren habría ordenado a Coughlan que pusiera fin a sus contactos con Stepney. El caso es que en julio se encontró material técnico de Ferrari en un registro realizado en el domicilio de Coughlan.

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