Los ángeles de la Vuelta

Durante los cinco días que dura la Vuelta son las chicas más deseadas de toda la provincia. Ellas son las encargadas de que al público se le pase el tiempo volando mientras esperan la llegada de los ciclistas. Reparten gorras, camisetas y todo lo que se tercie. Cuando los premiados suben al podio, más de uno está esperando más sus dos besos que la copa. Son todas de León y tienen entre 18 y 23 años. Llegaron a esto casi por casualidad, pero ya están pensando en repetir. El ambiente entre ellas es fenómenal y se lo pasan en grande. Por supuesto, también hay cosas malas: «Recibimos algún que otro insulto en la llegada cuando a alguien no le damos ningún regalo, pero es que no hay para todos...». Es lo que hay que soportar por ser la imágen de esta Vuelta. Se escucha a los más veteranos que son las mejores azafatas de los últimos años y razón no les falta. Cuando se suben al podio, los piropos se oyen más que la megafonía. Aunque ellas afirman que: «casi no nos enteramos con el estrés de cambiarnos de vestido en 15 segundos...». A los que no les hace tanta gracia es a sus novios, que les insisten en que «tengan cuidado con los ciclistas» e incluso en algún caso han amenazado: «con irse ellos a una Vuelta Ciclista Femenina». Visto lo visto, pretendientes no les van a faltar si las discusiones por la Vuelta van a más. Quedan aún dos días de vuelta, dos días para volver a sus puestos de camarera o a su vida normal, pero ellas ya se reivindican para «ascender» a azafatas de la Vuelta a España: «A ver si sus organizadores se fijan en nosotros». Como para no fijarse.