Los hombres pájaro | Final de marcha y 100 metros
Paquillo, plata de ida y vuelta
Pa quillo viajó en la montaña rusa durante toda la mañana. No dejó de subir y bajar. Todo nació en un poderoso sprint . Ya sobre el tartán, en la recta final de los 20 km marcha, el español logró cazar al segundo clasificado, el tunecino Hatem Ghoula. Por delante, veinte segundos antes (1:22.20), había entrado el eterno campeón, el ecuatoriano Jefferson Pérez, que logra un hito al conquistar su tercer título consecutivo. Pero cuando se había desatado la celebración, bandera en ristre, atendiendo a los micrófonos de la televisión, apareció un juez y le mostró la tarjeta roja. Descalificado. La medalla al garete. El motivo es que consideraba que había corrido durante los últimos metros aunque no tenía ningún aviso (al tercero están obligados a retirarse). El equipo español, que se resistía a perder su primera medalla en Osaka, presentó una reclamación y, tres horas y media después, el Tribunal de Apelación decidió recolocarle en el podio. Paquillo está considerado como uno de los marchadores más técnicos del mundo. Su estilo, incluso, se utiliza como modelo. Es más, nunca en su vida, salvo en sus primera competiciones, como cadete o juvenil, había sido descalificado. Por eso José Luis de Carlos presentó una protesta verbal que terminó en el Tribunal de Apelación. Allí se estudio el vídeo. En un plano, desde la curva, se observa que no hay irregularidades; en el otro, desde lo alto y de frente, no se aprecia con claridad el movimiento de los pies. Entre el jurado se encuentra José María Odriozola, que, por ética, permanece en silencio. No interviene en la discusión, aunque al final expone sus impresiones. Además se pide consejo a César Moreno, mexicano como el hombre que se había encontrado, inesperadamente, con un bronce en las manos, Eder Sánchez, y pide que no se fijen únicamente en los pies. La vista es incapaz de apreciar dos pies en el aire -el motivo de sanción- algo que sí se ve ante un monitor pasando las imágenes a cámara lenta. Hubo además algo determinante: la trayectoria de Paquillo, técnicamente excepcional. Y eso le valió la medalla en una carrera infernal.