La afición se vuelca pese al mal estreno

La afición culturalista recordó viejos fantasmas de la pasada campaña cuando en los instantes finales del partido el equipo leonés encajó el segundo y tercer gol. Hasta entonces se vio a una hinchada volcada con el equipo, deseosa de ver las numerosas caras nuevas y con la ilusión renovada. Desde una hora antes del inicio del partido los socios hacían cola para retirar sus abonos de temporada. La buena tarde acompañaba y poco a poco las banderas iban asomando para aportar colorido a la grada. En el palco, una nutrida representación política, de la mano del alcalde Francisco Fernández, los concejales Iban García del Blanco y Natalia Rodíguez Picallo, o el portavoz de UPL Javier Chamorro entre otros, también quiso unirse al estreno liguero. No faltó, como cada año, el incombustible «Magín», que con su bombo lidera a su peña culturalista y espolea a la afición leonesa. Incluso al partido acudieron varios seguidores asturianos, ataviados con camisetas del Oviedo con el dorsal de Pablo López (ausente ayer por decisión técnica), para apoyar al jugador y al resto del equipo. Antes de empezar, un sentido minuto de silencio en memoria de Antonio Puerta y de un jugador del fútbol regional de Huesca hizo enmudecer al estadio. El encuentro se puso cuesta arriba con el tempranero gol oscense, pero no acalló a la afición, que siguió animando al equipo hasta el gol del empate. Además, el público echó una merecida reprimenda al colegiado en muchos momentos del partido por sus erróneas decisiones. En los instantes finales del partido, los goles de Roberto y del ex culturalista Lalo acabaron con toda esperanza de victoria, y cierto sector del público comenzó a abandonar el estadio con la sensación de haber visto esta película en anteriores pases. Pero no hay que olvidar que en el descanso, con el 1-1, se oía en la grada a la gente comentar que este año la cosa pinta bien.