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Fútbol | Segunda División B ASÍ LO VEO YO

La afición deportivista recordó al malogrado Puerta «Es una satisfacción que la gente se vaya contenta tras tantos kilómetros» David Amaral es un gran estratega

Ismael Irurzun tuvo dos buenas opciones para batir a Xabier, pero el cuero se le fue en ambos casos

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Ramón Díez RAMÓN DÍEZ - enviado especial | burgos
León

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Los jugadores deportivistas salieron muy contentos después de un choque que salió redondo, aunque con consecuencias, ya que varios jugadores acabaron con golpes. «En esta categoría va a haber equipos muy guerrilleros. Ellos han sido muy peleones, con juego aéreo y directo. Pero nos vamos a encontrar más de un partido así», subrayaba Teo. En esa misma línea Nacho Fernández comentó que «todos los partidos de esta temporada van a ser difíciles y duros, pero el equipo está consistente, muestra mucha seguridad y cuando el balón llega arriba sale a relucir la calidad, porque marcan la diferencia». El asturiano afirmó sentirse muy ilusionado con esta temporada. Joaquín Bornes hizo un guiño a una afición que fue bastante critica con él a finales de la pasada campaña. «Estamos como el año pasado; la gente sigue viniendo a apoyarnos y está claro que es una satisfacción que los aficionados se vayan contentos después de hacer tantos kilómetros y vernos ganar». El capitán aseguró que después de estos dos partidos no se quería reivindicar. «Aquí somos 22 y hay mucha competencia. La plantilla tiene una gran calidad y el que se relaje perderá su sitio en el once. Hay que recordar que el sevillano comenzó la Liga de suplente, pero entró en el equipo tras la lesión de Santamaría y ha realizado dos buenas prestaciones. Por su parte, Cabrero, uno de los mejores en la tarde de ayer, afirmó que el «gol fantasma» no había entrado. «No me cuesta nada reconocefr que es gol si entrase, pero es claro que no lo ha hecho». En ese mismo sentido Nacho Fernández aseguró que en la expulsión de Pedro García hizo algo de teatro, aunque asegura que sí le golpeó». AHORA que muchos ya empiezan a alabar las bondades de esta Ponferradina sólida y efectiva, capaz de hacer cinco goles en dos partidos, sin ver todavía perforada su portería y que deambula en lo más alto de la clasificación, es bueno ahondar en las claves que pueden hacer de la Deportiva un equipo campeón. Se puede hablar del acierto en los fichajes y eso que todavía se acaba de cumplir la segunda fecha del calendario balompédico. También de la entrega de unos futbolistas que no eluden el choque y son más que válidos para encarar una categoría de las más complicadas de cuantas configuran el fútbol español, por no hablar de la calidad que atesora la mayoría de estos futbolistas. Sin embargo, sería injusto obviar la presencia fundamental de uno de los grandes artífices de esta escuadra que lleva camino de batir récords. Se ha dicho ya que la contratación de David Amaral fue un acierto de la directiva y eso también debe situarse en los méritos de los mandatarios, por más que las notas se repartan en el mes de junio. El canario parece un hombre sabio cuando de fútbol se habla. Nada más fichar por la Deportiva dijo que tenía muchas cintas de vídeo en casa con el balompié como hilo conductor de las mismas. «Quizá son demasiadas» reconocía el tinerfeño. Puede que sean muchas pero lo único seguro es que le han servido para completar unos conocimientos que pone en práctica como pocos. Resultó extraño para muchos, entro los que no debo excluirme, que algunos de los intocables de esta plantilla se quedaran fuera en el primer partido de Liga. Pocos podían aventurar que ayer le iba a llegar el turno a Ernesto, uno de los destacados ante el Logroñés. Pero es que David cuenta con un plantel de tanta calidad que su única preocupación ha de consistir en extraer el máximo rendimiento a cada cual en el momento oportuno. Ayer aguardaba en Burgos una batalla de cuidado y no sólo para ver quien la toca mejor. Amaral sabía que para ganar en El Plantía serían necesarias otras armas al margen de las méramente técnicas o tácticas. Conocía que la guerra se iba a decantar seguramente por la línea medular y allí puso a su artillería, con Nacho, Riaño y Elías de mano, con Borreguero en su auxilio tras el descanso. Ernesto, con sus bicicletas inverosímiles no cuadraba en esa carrera. El sabio tinerfeño lo sabía bien.