España repite el guión ante Grecia

España se recuperó de la dolorosa derrota frente a Croacia de la mejor manera posible. Con otra lección de baloncesto a Grecia. Un año y cuatro días después de la memorable final del Mundial de Japón, la impresionante defensa española volvió a dejar en ridículo a la vigente campeona de Europa, humillada en la primera parte por la máquina de Pepu Hernández. España vuelve a sonreír después de su exhibición ante el que se supone es su principal rival para luchar por el oro en este Eurobasket. Grecia deseaba la revancha del Mundial, pero fue vapuleada de nuevo porque se encontró con una selección demoledora, dispuesta a acabar con todas las dudas, y que quiere seguir creciendo. Navarro ya está recuperado y, esta vez, al contrario que ante Croacia, España no tuvo ninguna dependencia de Gasol, como ocurrió en la final del Mundial. El equipo total reapareció en el momento más apropiado, y ante la mejor prueba de fuego, una Grecia poderosa pero que fue muy menor en manos de los españoles. La paliza que le dio España a Grecia en el descanso fue aún mayor que la de la final de Saitama. Si allí acabó la primera parte con 20 de ventaja (23-43), esta vez fueron 21 (45-24), y la contundente victoria estuvo cimentada de nuevo en una defensa descomunal. El trabajo defensivo de los de Pepu dejó a los griegos cuatro minutos sin anotar al principio del segundo cuarto, en el que España sacó de la pista a un rival que pareció vulgar. España fue un muro un muro atrás y un rodillo en ese periodo en el que los griegos fueron incapaces de disponer de un tiro claro y se fueron al descanso con un sólo triple de 13 intentos. España sacó a relucir lo mejor de su repertorio y fue esa defensa presionante, sin tregua, la que la llevó a distanciarse en el marcador. Aunque no comenzó bien de puntería, no tardó en entonarse, y acabó el primer tiempo robando, corriendo y disfrutando. El estilo que sirvió para conquistar el oro mundialista permitió a la selección desarbolar a un enemigo que prometía mucho pero no pudo ofrecer resistencia, porque con los marcajes individuales y con la defensa en zona, Grecia quedó ridiculizada. En ataque, España fue de menos a más, y encontró, en el momento más oportuno, lo que estaba buscando con ahínco desde la derrota ante Croacia. Fortalecer su defensa,y no depender de Gasol, aparte de recuperar a Navarro, que brilló en su debut. No necesitó que el pívot de Memphis anotase en la primera mitad más de siete puntos para demostrar la diferencia que existe entre ambos equipos.