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LUCHA LEONESA Y ALGO MÁS

Hacia una federación leonesa

Publicado por
MARRO
León

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TAL VEZ si empleásemos el símil deportivo-luchístico del «preparados/listos/ya», lo de «listos» habría de ser lo que mejor conviniese para lo que sigue. La gestación, y su consiguiente gestión en pro de una Federación que respete la birregionalidad. En las antípodas de una Federación doméstica -como de andar por casa- y domesticada; sin la menos inquietud por mudar su status castellanoleonés en leonés nada más -y nada menos- como corresponde a su leonesa denominación de origen. Lucha leonesa. Porque, no nos engañemos, lo de Federación Territorial no es sino un eufemismo que trata de mascarar la oficialidad de Federación Castellanoleonesa. Con todo lo que implica de rendir tributo y hacerle el caldo gordo a la autonomía (impuesta). Y, en suma, desmarcarse del sentido y sentimiento leonés que -reiteramos- le es propio a la lucha leonesa como tal. Existen múltiples ejemplos de esa federativa carencia de sensibilidad leonesa. En su día se transige para que el monumento a la Lucha Leonesa se ubique precisamente frente al edificio de la Junta Castilla (o de Castilla-León). Lo es a instancias y en mala hora del concejal de Cultura -anterior director del Instituto Leonés de Cultura- que muy farrucamente «se esconde» al borde de la carretera circunvalación a la altura del Estadio. Silencio federativo ante tan pasivos agravios y el frontal del Palacio de Deportes, de todos los deportes leoneses, esperando para recibir la escultura, sobre el pedestal preparada al efecto por el escultor y que reposa en su estudio a la espera¿ Por seguir en clave monumental, composición escultórica-alegoría de las Cortes Leonesas para la plaza a ellas dedicada. Se ha publicado que van a incluirse representaciones de juegos tradicionales, costumbrismo leonés¿ y la lucha leonesa, eso, ejerciendo de castellanoleonesa; o lo que es lo mismo, sin ser implicada en este testimonio conmemorativo de tal alto contenido leonés. Corro de Riaño/ para una vez al año¿ y a veces malamente -congoladamente- como este año. La Junta castellana pretendió acallar -deslumbrando- las veleidades leonesistas de la montaña con este mausoleo para la galería¿ política (y deslumbradoramente). Y resulta que el «terreno de juego», la cancha de lucha, ni siquiera es reglamentaria: no cumple el reglamento en cuanto a las dos circunferencias concéntricas limitadoras; no se respeta ni la primera, y única en este caso, sobre la que se sitúan tranquilamente los espectadores. Al margen de lo inadecuado de que el público se halle tan encima de los luchadores que casi les suelta el aliento -el vocerío- en la nuca. Pero la Federación de entonces se sometió y pasó por todo. Y Junta y Federación llenándose la boca para la categoría a costa del coliseo de Riaño (para una vez al año¿ todo lo más), pero prácticamente inútil e inoperante, eso, a efectos prácticos. Todo ello en cuanto a la no exaltación de las esencias leonesas y el sí sometimiento autonómico. Pero es que en lo específicamente deportivo, apenas se ha hecho en cuanto a su evolución como deporte moderno. Reiteramos, respetando las esencias y raíces que le son inherentes y tal como venimos analizando en las últimas semanas (en viernes la pasada). Porque tanto habría de velar nuestra hipotética federación provincial o regional (de la región leonesa) por mantener el respeto hacia lo tradicional como por promover su desarrollo como deporte moderno y con proyección: extraprovincial y de futuro. Y el marco estructural para alcanzar estos objetivos habría de ser el federativo desenganche autonómico y la creación de una Federación Leonesa con todas las consecuencias (positivas). ¿Que la Ley del Deporte encorseta? Sin duda. Pero todo es abordable¿ y superable. Dificultades no menores se estaban superando hace una veintena de años y con la Federación Leonesa de lucha leonesa al alcalde de la mano, de no haber sido por los imponderables (dejémoslo ahí). La Agrupación Provincial de Lucha Leonesa, de la mano del entonces Gobernador Civil Arsenio López Huertas, accedía al secretario de Estado para el Deporte Cortés Elvira. Abundaron dosieres e informes, y posiblemente faltase justo lo que ahora se debería buscar complementariamente a la gestión oficial: presión ciudadana, compromiso social. Y entre lo sobrante, por supuesto o por resumir, cazurrismo. Lo más alejados posible de la cazurra mentalidad del «aluche de la boina». Remataremos la semana próxima.