El Barcelona, incapaz de marcar fuera, no funciona como visitante

El Barça repitió los errores de su estreno liguero en Santander para acabar sumando un nuevo empate a cero en su visita al Reyno de Navarra. Los azulgrana ofrecieron una imagen indigna de su nivel ante un Osasuna que no pasó por excesivos apuros para controlar a su esperpéntico rival. Rijkaard contrarrestó el 'virus FIFA' gracias a su amplio elenco de futbolistas. Giovani tomaba el relevo de Messi. La juventud al poder. El mexicano de 18 años se estrena como titular compartiendo privilegio con Milito. A ambos les acompañaba Iniesta, que tomaba el lugar de Xavi. El concurso del albaceteño se convirtió en la mejor decisión del técnico holandés. El dibujo plano y ramplón del Barça adquiría brillo con la clarividencia de Iniesta. Su fluidez mental y técnica acercaba a los azulgrana a Ricardo. Giovani y Deco topaban con el meta rojillo. Pobre bagaje para los visitantes en una primera mitad con mucho control inútil y algunas imperdonables lagunas en defensa. Osasuna restaba contemplativo. Los locales aseguraban colocación y sobretodo actitud. Esa presión les valía para aprovecharse de los garrafales errores de Thuram. Un Pérez Lasa demasiado tarjetero abortaría de forma errónea el primer despiste del francés señalando una inexistente falta de Juanfran. En el segundo regalo del central, Portillo cruzaría en exceso su remate ante Valdés. El Reyno de Navarra observaba un total equilibrio de oportunidades en un duelo demasiado plano sobretodo por parte de un Barça incapaz de imprimirle una vuelta de tuerca a su fútbol. Esa carencia de fluidez parecía no tener fin. Un lejano pase de Iniesta a Henry era el pobre bagaje azulgrana en los primeros veinte minutos de la segunda mitad. Osasuna tampoco es que fuera un alarde ofensivo. Un remate lejano de Javi García que el guardameta Valdés casi se traga arrojaba un escenario insulso. Percatado de la indolencia de su equipo, el técnico holandés, Frank Rijkaard optó por una carta impensable en el pasado. El holandés cambió de sistema relegando a Ronaldinho al banquillo. Viendo que su retoque táctico no daba efecto puso en liza a la nueva perla de la cantera azulgrana. Bojan Krkic, con diecisiete años y veinte días, se estrenaba en partido oficial. Su salida tan solo servirá para la estadística su única oportunidad de lucirse con un pase de la muerte sin respuesta de sus compañeros. El Fútbol Club Barcelona languidecía en una horrible segunda mitad en un partido indigno de un equipo plagado de estrellas que es incapaz de marcar un tanto lejos del Camp Nou. Lo único positivo, el debut de un infranqueable Milito y el futuro que le espera a Bojan Krkic.