Sorpresivo final de la media veda
En las últimas jornadas se dieron resultados francamente buenos y se abatieron más codornices que al comienzo, especialmente en las vegas del Esla y los regadíos del Páramo
La media veda, que finalizó el pasado domingo, ha deparado en las últimas jornadas unos resultados francamente buenos especialmente en las vegas del Esla y los regadíos del Páramo Bajo. Perchas de hasta doce y catorce codornices fueron frecuentes en estas zonas a pesar de que la afluencia de cazadores volvió a incrementarse tras las incertidumbres propiciadas por la Junta de Castilla y León a través de la Consejería de Medio Ambiente. Tras la conclusión y una vez analizados los resultados el Presidente de la Federación Regional, Luis Ciria, ha calificado de aceptable aunque muy irregular la temporada pero, en todo caso, mejor que la del pasado año. Los estudios previos habían constatado la entrada de bastantes aves en primavera que, sin embargo, no dieron los frutos esperados en las primeras semanas. Las temperaturas moderadas y la falta de lluvias hasta el final, han deparado una contrapasa coincidente con las últimas jornadas, lo que ha supuesto la presencia de numerosas codornices en bastantes lugares, si bien en otros apenas se ha dejado notar. Como siempre hay opiniones para todos los gustos, pues en este tipo de caza sin el concurso de un buen perro es inútil salir al campo, y muy pocos cazadores quieren reconocer la auténtica valía del can. Además las codornices cuando están de paso no hay que buscarlas en los lugares de costumbre, es decir los rastrojos de paja, sino que suelen concentrarse en los «adiles» o «perdidos» con hierbas secas y cardos, por cuya grana sienten especial predilección al igual que por los saltamontes y otros insectos. También en las amplias cunetas de los caminos de concentración suelen juntarse para emprender su travesía hacia tierras africanas. La emoción es mayor si cabe, pues en estos días de contrapasa nunca salen de una en una, sino en pequeños grupos que permiten hacer dobletes o tripletes a los buenos tiradores. Perros sin bozal A los pocos días del inicio de la media veda desde la Consejería de Medio Ambiente se lanzó un comunicado, totalmente injustificado, que generó gran alarma social y que produjo el abandono de la actividad cinegética de una buena parte de aficionados. En el comunicado se recomendaba no consumir las codornices ante el riesgo de que éstas hubiesen consumido granos envenenados con clorofacinona, el veneno con el que se pretendía erradicar la plaga de topillos. También se recomendaba a los cazadores que pusiesen bozal al perro para evitar que pudiese comer los topillos envenenados. Si bien es cierto que bastantes aficionados optaron por no salir a cazar, no lo es menos que quienes siguieron cazando hicieron caso omiso de estas recomendaciones propias de un ignorante absoluto en materia de caza. El perro, en la media veda realiza dos importantes labores: buscar la codorniz con su fino olfato y cobrarla una vez abatida. ¿Cómo puede cobrar la pieza un perro con bozal?. Además los canes se agotan con el trabajo de búsqueda, necesitan re spirar y beber agua. Poner un bozal en estas condiciones significaría asfixiar al animal y esto es lo que menos desean los cazadores totalmente identificados con el can. Los informes solicitados por la Consejería de Sanidad ante la evidente metedura de pata que había supuesto el comunicado, revelaban que el riesgo por consumir aves de caza era nulo, pero ya era tarde y el daño a la media veda era irreversible. Pero el intento de control con veneno, al margen de la quema de rastrojos, va a tener unas consecuencias cuyo alcance todavía no conocemos pero que ya empiezan a preocupar seriamente. El día 21 de octubre se abrirá la temporada general de caza y, para entonces, podremos comprobar cuantas perdices, liebres y otras especies cinegéticas y no cinegéticas han sido afectadas por un envenenamiento realizado de forma irresponsable.