El Ademar hizo valer su ritmo
Sin hacer un gran partido, los jugadores de Jordi Ribera derrotaron a un peleón Antequera para regalar a la afición la segunda victoria consecutiva en la liga
Dos de dos. Segundo envite de la Liga Asobal y segundo triunfo que sube al casillero del Ademar. Los Jordi Ribera vencieron ayer al Antequera por un resultado bastante cómodo (29-24) y sin pasar excesivos agobios. El oficio del Ademar y su ritmo machacón se bastaron para hacer doblar la rodilla a un rival que no es manco. Los andaluces tienen una plantilla compensada y están llamados a ser uno de los gallitos de la liga este año. Y si no, al tiempo. Sin embargo, datos estadísticos aparte, el nuevo Ademar es todavía un equipo por hacerse. Recuerda a esas páginas web que cuando se abren ponen: «En construcción». En todo caso, los mimbres que maneja Jordi Ribera y la estructura del equipo invitan al optimismo. El conjunto aún está en fase de ajuste. Le falta algo más acoplamiento entre los jugadores y una pizca más de velocidad en sus acciones. Cuando solventen este pequeño déficit habrán ganado muchos enteros. El nuevo Ademar no ataca mal. Todo lo contrario. Su ataque posicional ha mejorado y una de sus principales señas de identidad: el contraataque, brilló ayer con fuerza. Sólo un dato: se hicieron diez contras y nueve acabaron en la portería andaluza. Y cinco de ellos llevaron la firma de un Denis Krivoshlykov que ayer fue el mejor en labores ofensivas. Bien secundado por un Dani Sarmiento que está llamado a ser todo un «jugón». Pese a varios despistes, la defensa funcionó. La incorporación del croata Valcic ha dado un plus extra al equipom pues sabe «leer» muy bien el juego y anticiparse a las jugadas una décima de segundo antes. Fruto de ello, fueron al menos tres pases cortados que acabaron en otros tantos contraataques. En cualquier caso, pese a la victoria, el arranque del Ademar fue frío. Los de Ribera daban la sensación de jugar a una velocidad menor que los antequeranos. Y lo pagaron. En el minuto cuatro perdían por un 0-3 que silenció a la grada. El balón de los leoneses se movía excesivamente lento. Debieron pasar once minutos para que un contrataque de Krivoshlykov y una acción eléctrica de Urdiales insuflasen al equipo una dosis de brío que les hacía falta. Era el empate a seis y el pabellón despertó. Justo en el minuto quince la tercera contra del extremo ruso -parece que tiene veinte años- ponía al Ademar por delante en el marcador por primera vez. Y desde entonces y hasta el bocinazo final los hombres de Ribera ya no soltaron el mando en el marcador pese a los intentos del danés Ohm que fue el mayor peligro que tuvo la portería defendida primero por Alilovic y en los segundos treinta minutos por un inspirado -como siempre- Saric. Los leoneses empezaron a manejar rentas que oscilaban entre dos y cuatro goles y ya no precisaron apretar a fondo el acelerador. Además, en la segunda mitad el ritmo del Antequera bajó muchos enteros y el de los leoneses se mantuvo firme con un Castresana que se sumó con acierto al ataque. Al final 29-24 y segunda victoria al zurrón leonés.