La afición leonesa se dejó sentir en Zamora

La afición culturalista recordó a la de los viejos tiempos, cuando se desplazaba con el equipo y no cesaba en su ayuda desde que los suyos salían a calentar. Desde primera hora de la tarde y a falta de casi hora y media para el comienzo del encuentro, se vio a una hinchada volcada con el equipo, deseosa de ver a un bloque conjuntado y con la ilusión renovada. Desde una hora y media antes del comienzo del encuentro los seguidores culturalistas ya se apostaron en las inmediaciones del estadio Ruta de la Plata para dar cobijo a su equipo. Poco a poco las banderas de León y de la Cultural iban asomando para aportar colorido al derbi autonómico. No faltó, como cada año en el Ruta de la Plata, el forofo «Magín», que con su bombo lideró a su peña culturalista, Forza Cultu, y espolea a la afición leonesa. Tampoco faltó a la cita la Peña León Rampante, que se dejó sentir por los cuatro costados del estadio zamorano, además de sus banderas, plenas de alusiones a León. El equipo, como ya sucedió en el desplazamiento a Pamplona, no se encontró solo ni un minuto. Ni siquiera durante los prolégomenos del compromiso deportivo. El instinto culturalista ha vuelto a una hinchada deseosa de grandes logros del conjunto leonés. El primer paso ya se ha dado: tener a una afición más unida con el cuadro culturalista que en campañas anteriores. El estadio Ruta de la Plata fue testigo de excepción de una hinchada que apoyó al equipo como lo hizo una semana atrás en casa ante el Bilbao Athletic, que sirvió para sumar una victoria milagrosa en los minutos de descuento. De nuevo, la afición respondió al equipo en Zamora. De lo que no cabe ninguna duda es que los jugadores deben estar a la altura de una hinchada que ha demostrado que le vale con muy poco para mostrar todo su ánimo hacia unos colores, que también por afición se merece estar mucho más arriba, no sólo en la clasificación, sino también en las categorías del fútbol español.