Cuestión de sensibilidad leonesa

EL POSICIONAMIENTO-MANIFIESTO del mundo de la Lucha Leonesa ante la línea de Alta Tensión Lada/Velilla que invadirá las luchísticas tierras del Torío/Porma/Esla/Cea, que propugnábamos la semana pasada, es una cuestión de sensibilidad leonesa. O de insensibilidad por omisión como está sucediendo en este caso, y que implica a la Federación (¿antileonesa?) en primer lugar, así como a los luchadores y todos cuantos tienen algún tipo de ascendencia sobre estos estamentos. El mimetismo de los Homenajes a los luchadores históricos, que se ha convertido en moda y rutina casi empalagosa a fuerza de repetirse, parece que no dejase espacio para esta reivindicación frente a algo que -dicho en cazurro- no quieren «en sitio ninguno». Pero como en tantos otros frentes, la L. L. se narcotiza, se insensibiliza y es incapaz de tomar partido y plantarse testimonialmente. ¿O es que no se considera causa suficientemente justa, suficientemente grave, suficientemente leonesa...? Nos avasallan, nos invaden y nos callamos mientras homenajeamos por enésima vez... a los condenados a (mal)vivir bajo los efectos de esta línea de Alta Tensión que rechazan en todas partes y todas las gentes. Salvo las gentes de la L.L. a pesar de verse invadidos en sus comarcas y territorios más luchísticos. Cuestión de sensibilidad leonesa. Pero existen otras «cuestiones a cuestionar». En lo federativo, en lo político y en casi todos los espacios que rozan la L.L. Semanas atrás aludíamos al silencio federativo ante los sucesivos agravios que representa el «peregrinaje» del Monumento a la Lucha Leonesa, para acabar «escondido» a la vera de una carretera (de circunvalación). La redactora-jefe de D.L. y ocasional columnista Camino Gallego, escribía al respecto hace algún tiempo y bajo el epígrafe «en su sitio», algo que se comenta solo, ahora que han colocado a Odón Alonso en su sitio, deberían hacer lo mismo con la escultura de la Lucha Leonesa. Su sitio es ante el Palacio de Deportes, primer recinto cerrado donde se celebraron corros. Se lo debemos a la L.L. Debemos estar orgullosos de este deporte y colocarlo en un lugar de honor, no escondido en un parterre a orillas de una carretera». Sensibilidad luchísticoleonesa. Qué duda cabe de que a la L.L.ha de venir mejor que bien un libro de carácter didáctico en torno a las mañas, su descripción, aplicación, falseo y demás ¿Y para cuándo la publicación de un estudio sobre prevención, atención y cobertura integral de lesiones en la L.L.? Se multiplican los luchadores renqueantes -»mancaos» en la jega cazurra- a lo largo de la temporada, ante la indiferencia -insensibilidad dolorosa- generalizada. Llegados al punto de dar por descontada la sensibilidad leonesa, el perfil del federativo no puede quedar reducido a ser un simple currante (más o menos folklórico). Ha de estar dotado de talante imaginativo y evolutivo. Concibiendo la L.L. Como un deporte en desarrollo y con proyección: de futuro y extraprovincial. Manteniendo las raíces y esencias que le son propias. Y que no se puede reducir a abrir la veda de homenaje a exluchadores por el mero hecho de tales. Cuestión de sensibilidad leonesa habría de ser la ornamentación de los corros con banderas de León y fondo musical con las notas vibrantes del Himno a la Lucha Leonesa "... Furia y casta leonesa/ han hecho de este deporte inmortal/ para orgullo del Pueblo/ que le dio su identidad/