Más puntos que juego

LA CULTURAL logró tres puntos con escaso juego. Bien podemos decir aquello de «no hay quien con menos pueda lograr más». Lo mejor y casi único del partido fueron los dos goles que dieron la victoria; el primero de ellos extraordinario y el segundo, firmado cuando ya el árbitro se disponía a señalar el final, también bueno pero considerablemente inferior al primero. Resumiendo, un partido en do menor en el que lo mejor fue el resultado. El próximo domingo, nuevamente en el Amilivia, la Cultural gozará de otra ocasión para no sólo ganar sino también para dejar satisfecha a la afición. Tendrá que afinar mucho preparación y juego, porque lógicamente no contará con la circunstancia de jugar contra diez, durante largos setenta minutos, por la expulsión de un jugador contrario. El Ademar, por su parte, a distancia sideral en su juego del partido firmado brillantemente tres días antes del Zagreb en Copa de Europa, apenas logró empatar ante un rival que, de momento (y digo de momento, porque esto no ha hecho más que empezar) ocupa la cola de la tabla, llegando a la cita con un cero en el casillero de puntuación. De doblegar a un equipo de campanillas como el Zagreb, a pasarlas estrechas para lograr un mísero empate contra el Pilotes Posada, que dista años luz de la clase, calidad y categoría del cuadro croata. Tiene, sin embargo, una explicación: el cansancio físico y también mental después del derroche realizado en el Palacio. Una plantilla como la de Ademar, tiene que acusar por fuerza la circunstancia negativa de jugar tres partidos en ocho días, con un desplazamiento corto, pero desplazamiento al fin, que limita la preparación de los partidos, mientras el contrario espera descansado, preparando minuciosamente el encuentro. La Copa de Europa (y es opinión propia que bien conocen nuestros lectores), pasa una cara factura a un equipo con plantilla limitada, obligado, por añadidura, a jugar cada tres días con desplazamientos cuando menos incómodos. Y cuando tal opinamos, lo mismo que ahora, decíamos que la Recopa era el Torneo idóneo para Ademar donde podía llegar lejos y hasta ganar el título, como ya lo ha conquistado. Por otra parte, el equipo está en periodo de acoplamiento, por este motivo el brusco cambio de imagen.