A pasar página y mirar a Europa Semáforo en ámbar «Tenemos que recapacitar», subraya el entrenador

Hay que pasar página. La reflexión del día después en el Ademar apunta en esa dirección. Dolidos todavía por la inesperada derrota ante el Torrevieja (33-32), los jugadores, técnicos y directivos prefieren mirar hacia delante y pensar ya en el partido de Liga de Campeones que enfrentará a los leoneses el próximo sábado contra el Kadetten Schaffhausen suizo. Y no es únicamente por convicción de todos, sino también porque el apretado calendario que tienen este año los ademaristas lo impone casi a la fuerza. Esta temporada no da tregua ni apenas tiempo para saborear las victorias o lamentar las derrotas. Se jugó el miércoles Liga Asobal ante el Torrevieja y mañana sábado saltarán a la pista del conjunto suizo para continuar adelante en el periplo europeo que los de Ribera iniciaron tan esperanzadoramente ante el Zagreb de Croacia. P ero mirar adelante no significa echar una capa de olvido sobre lo sucedido el pasado miércoles. Ribera -como casi todos los espectadores- vio el partido ganado cuando el Ademar vencía al Torrevieja por cinco tantos de diferencia. Sin embargo el Ademar se dejó empatar y luego lo pagó caroa. Por eso el técnico reclama a su plantel una mayor dosis de «espíritu asesino» para sentenciar los partidos y no dar opciones al rival de volver a levantarse. «Es un partido importante por lo que significa. Ganamos al Zagreb y tenemos que sumar otros dos puntos. Esperemos que este partido nos sirva para cambiar un poco la mentalidad», manifestó el técnico leonés. «Espero -añadió- que el partido en Suiza nos sirva para cambiar la dinámica actual y que saquemos de allí un resultado positivo. Eso nos daría sin duda impulso para afrontar el próximo miércoles el nuevo compromiso que tenemos en la Champions. Si queremos aspirar a cotas altas necesitamos una estabilidad y eso nos lo pueden dar las victorias». Esa jornada el Ademar se medirá al Vardar Skopje macedonio en el que será su tercer compromiso europeo. Ribera, además, no quiso escurrir el bulto, y asumió su cuota de responsabilidad en la derrota ante el Torrevieja. «En mi debe debo apuntar que quizá debí dar más minutos a Aguirrezabalaga. Quise esperar a que el partido estuviese más encarrilado y al final no pudo ser», indicó Jordi Ribera. Por último, el presidente del Ademar, Juan Arias, espera también que el bache del equipo -empate en Vigo y derrota en casa en los dos últimos compromisos ligueros- sea algo pasajero. «Esperamos todos que el equipo salga pronto para adelante. Nos está costando mucho entrar en juego pero esperamos que el equipo coja el ritmo cuanto antes. CUARTA jornada liguera, y los dos últimos resultados de los partidos jugados han encendido el ámbar en el semáforo ademarista. ¡Atención! ¡Cuidado! ¡Peligro! El empate en Vigo y la derrota en el Palacio frente al Torrevieja, son los causantes de la advertencia. Es cierto que la competición liguera no ha hecho más que empezar. También lo es que la plantilla está muy renovada y, por añadidura, el responsable técnico también lo es. Momento para reflexionar, analizar, ver dónde se encuentran las causas productoras del negativo efecto. El cansancio, la merma de facultades físicas provenientes de la secuencia de jugar un partido cada tres días, porque el calendario así lo requiere. La Copa de Europa requiere una plantilla suficientemente amplia y cualificada para afrontarla; jugar un partido cada tres días acumula cansancio tanto físico como psíquico, más si a ello añadimos los desplazamientos que hay que hacer en la alternancia Liga Copa de Europa. Ítem más, la merma de facultades físicas originadas por el virus que afectó a buena parte de la plantilla; la inoportuna lesión del lateral izquierdo Valcic que obligó a mantener en pista a jugadores que necesitaban descanso. Para jugar la Copa de Europa, que supone enfrentarse con los mejores equipos del continente hay que tener dos plantillas, como las tienen el Ciudad Real, Barcelona y Portland. Ademar, es obvio, no las tiene. Jugar cada tres días un partido requiere igualmente la amplitud de plantilla. Los errores arbitrales de una pareja arbitral desacertada y desorientada. Errores cometidos a favor y en contra, pero los que cuentan en el marcador son los cometidos al final del encuentro, y éstos fueron claramente contrarios a los intereses de Ademar. Algunas decisiones tomadas desde el banquillo, poco acertadas, culminadas en momentos desaprovechados de superioridad numérica En la circunstancia favorable apuntada, no se utilizaron como debía a Krivoshlykov y a Stranovsky, dos de los jugadores básicos del equipo quienes, por añadidura, firmaron un ciento por ciento de efectividad en su lanzamiento. Otras decisiones tomadas, la última en el momento crucial del partido. Uno (y muchos aficionados más) recordaron aquel momento clave en la misma circunstancia, cuando Stranovsky, con decisión y valentía, cogió el balón y lanzó el penalti que daría la clasificación de Ademar para la final de la Recopa de Europa.