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Una afición que nunca dejó de ser de ACB
El Palacio vivió otra noche especial para arropar al equipo en su regreso a la ACB corroborando la simbiosis entre jugadores y público, necesaria para alcanzar los éxitos
El Grupo Begar tiene el mejor valor en su afición incondicional y ayer lo demostró en el regreso a la ACB del equipo. Con un Palacio de Deportes casi lleno y al grito de León León, miles de gargantas gritaron desde el primer minuto animando a un equipo que gracias a ello logró superar los peores momentos para intentar hasta el final la remontada. En los peores momentos su apoyo fue total y en los mejores guió a los jugadores hacia adelante a la vez que escenificaba una presión sobre el rival que a punto estuvo de completar una faena histórica. Niños, jóvenes, adultos y mayores. Aficionados veteranos y de nuevo cuño, nadie quiso perderse este estreno en un escenario que debe dar muchas alegrías al baloncesto de la mano del Grupo Begar. Los sones de las penas como El Tambor y León Métela, los gritos de los aficionados y pasión que todos y cada uno desplegaron desde las gradas constató que la afición leonesa nunca ha perdido sus señas de identidad, las mismas que ayudarán al equipo a ser un poco más grande. Porque las miles de personas que ayer poblaron las gradas del Palacio demostraron que son de ACB y que se merecen un diez por su apoyo constante. El Grupo Begar puede estar orgulloso de ellos y también agradecido, a una grada que ayer, a pesar de la derrota, despidió al equipo con una calurosa ovación. La de una afición grande y señorial como pocas.