El «A Ponferrada me voy» también sonó en el Escartín «Hoy hubo dos partidos, uno antes y otro después de la expulsión» Este punto vale por tres

El entrenador de la Deportiva valoraba el partido, hablando de dos fases bien distintas: «Hoy tenemos que hablar de dos partidos, uno antes y otro después de la expulsión; cuando estábamos once contra once, creo que nosotros fuimos mejores, teníamos el control del juego y dispusimos de claras oportunidades para haber encarrilado el encuentro, luego cuando estábamos once contra diez, ellos supieron jugar sus bazas y nos dominaron, gozaron de sus oportunidades, pero así y todo nosotros fuimos capaces de buscar la contra y tuvimos dos ocasiones que yo creo que fueron clarísimas». A la hora de valorar la expulsión de Dani Borreguero, Amaral mostró su disconformidad con la decisión arbitral: «Para mí la expulsión no es justa, ya la primera tarjeta me pareció bastante rigurosa, por no decir inmerecida, pero luego la segunda no es una falta merecedora de tarjeta, así se lo he hecho ver al árbitro en el descanso, pero él tiene otro punto de vista». Y como suele suceder esta temporada, los puntos se consiguen a base de mucho sufrimiento: «Yo ya había advertido que este equipo es un buen equipo y que tiene buenos futbolistas, pero es que hoy además han contado con el apoyo de su gente que les ha llevado en volandas» Su colega Falete pensaba que la Deportiva, pese a ser un gran equipo «se ha llevado hoy un punto que no se merecía». LOS EMPATES en fútbol se premian con un punto para cada equipo. Visto así, la Deportiva Ponferradina se llevó el mismo botín ayer del Pedro Escartín que el logrado el sábado anterior en los anexos de Zorilla. Sin embargo, el modo en que se consiguieron ambos no tiene nada que ver. Da la impresión de que los de Amaral se dejaron dos puntos en Valladolid, aunque también pudiera pensarse que al final ganaron uno. Pero no se puede ir uno satisfecho cuando va ganando 0-2 fuera de casa en el descanso y termina empatando. Y ya ni te recuerdo la cara de tonto que le quedó a Cazalilla, técnico del Conquense, cuando se marchó de El Toralín con las manos vacías cuando su equipo dominaba claramente a los bercianos por 0-2 y terminó perdiendo el partido. Nada de eso ocurrió ayer en Guadalajara. Los morados de Falete lo habían ganado todo en casa hasta la fecha y ayer estaban viendo que podía concluir su fenomenal racha de un año y un mes sin perder en feudo propio. Cuando las fuerzas estaban niveladas, el partido tenía claro color berciano y eso que el matador De Paula estaba viendo el partido en la grada, acompañado de su esposa. Que crack. Aún sin él, sus compañeros merecieron abrir el marcador que al final nadie consiguió mover, por vez primera esta temporada, porque la Deportiva el día que menos goles marcó hasta la fecha, hizo dos tantos, si se exceptúa la jornada copera en Palencia. Nadie sabe qué hubiera sucedido de haber acertado Marco cuando estaba a un palmo de la línea de gol y sin embargo mandó el cuero a las nubes o si el propio Irurzun hubiera hecho buena la asistencia de Rubén Vega poco después. Pero el caso es que el partido tenía buena pinta para los intereses de la Deportiva. Luego vino lo inesperado, la rigurosa expulsión de Dani Borreguero que descomponía el entramado de Amaral en la zona ancha. Elías se quedó huérfano hasta que el técnico le envió al polivalente Nacho, dejando atrás a dos centrales por fin, como Santamaría y Ángelo. Tocó ponerse el mono de trabajo, como tantas veces, porque en Segunda B nadie gana al tran tran. Y así, de ese modo, fue como se conquistó el punto más sufrido por los blanquiazules este año ante un equipo que cada día tiene menos de revelación, aunque siga obsesionado con la permanencia. Es un punto que vale por los dos que no suma el Guadalajara, más el que acumula el líder.