La Cultural B reafirma su mejoría con su primera victoria a domicilio sobre un Becerril que se mostró muy inferior (1-2)
Pepe Calvo al fin respira tranquilo. Ha visto como en las últimas jornadas su equipo se ha echado a la espalda un saco de madurez y camina hacia adelante con velocidad. Los culturalistas saben más a lo que juegan, tienen las ideas más claras y han ganado en solvencia y calidad teniendo muy claro siempre como deben hacerlo. Ayer, ante un Becerril tan precario en el juego como cargado de tarjetas, fueron superiores, muy superiores y lo mejor es que tampoco necesitaron mucho para demostrarlo pues jugaron un partido sencillo, haciendo fáciles los balones y sin forzar en demasía en ningún momento, es decir, como auténticos veteranos, haciendo grande un planteamiento táctico que trajo en jaque al cuadro de José Diez, un técnico leonés que no acertó con los suyos para hacer valer el factor campo en el partido. Durante el mismo los leoneses se mostraron mejores. Con más presencia física en el centro del campo y abriendo el terreno de juego por las bandas, los leoneses burlaron en todo momento cualquier esperanza de peligro que creasen los rivales palentinos. Merino y Mauro se merendaban de forma literal al centro del campo local que, pese a intentarlo de todas formas posibles, no podían con los culturalistas. Mediada la primera mitad llegó el primer gol de los leoneses en un claro penalti cometido sobre el gallego Mauro. Mario Visa se encargó de materializarlo. En la reanudación las cosas no cambiaron en exceso pues el equipo leonés siguió siendo el claro dominador. Y además las cosas le seguían saliendo como debían. A los seis minutos de la vuelta al campo de nuevo los leoneses se pusieron con más ventaja en el marcador al marcar Chuchi, que después sería expulsado, el segundo. Ventaja clara para los culturalistas que incluso pudo ser ampliada tres minutos después cuando el colegiado señaló pena máxima por un derribo del meta Ortega que además le sirvió para que tomara los caminos del vestuario. Esta vez fue Mauro el encargado de lanzar la pena máxima pero no tuvo el premio del gol. Hasta el final el cuadro palentino intentó reducir la ventaja pero solamente pudieron hacerlo a veinte del final cuando Dani fue capaz de batir a Diego Calzado.