El Ademar ya funciona y el Almería lo paga

Este Ademar sí que funciona. Los de Ribera rompieron la maldición de una de sus pistas más complicadas por tradición, y en un excelente segundo periodo amarraron una victoria. Aguantó 25 minutos el Keymare Almería, pero en ese momento el encuentro llegó a su punto de inflexión, un tirón de León en los compases finales del primer periodo que enlazó con un espléndido arranque de la segunda para alcanzar una ventaja amplia que aseguraba el triunfo. Una victoria que cicatriza heridas tras el éxito europeo, y que permite al equipo empezar a enterrar fantasmas de crisis o de baches. Jakobsen y Dennis lideraron el éxito ademarista. Tal y como se esperaba a priori, Almería le puso las cosas muy complicadas a Ademar en el primer periodo, donde las ventajas correspondieron casi siempre a los de Jordi Ribera, pero muy cortas en una tónica de igualdad y equilibrio sobre el parquet. Los locales llegaban al encuentro con mucha moral, tras sumar dos victorias consecutivas, y desde el primer momento se apoyaron en el talento balcánico de Petric y Kraljic para mantenerse en el encuentro, mientras Ademar quería rehacer el rumbo liguero que empezó a arreglar en el compromiso intersemanal de Champions, pero notando bastante en los primeros compases la ausencia de Balasz Laluska, una de sus referencias en el juego. Pese a ello, los de Ribera mantuvieron el control del encuentro, apoyados en el gran trabajo de Castresana y Claus Jakobsen. El pivote diestro leonés y el central de Ringkobing sostuvieron al equipo con un verdadero recital de juego. Los locales, amparados por el aliento de su afición y con las tareas en el ataque muy bien repartidas, estaban muy metidos en el partido, sabedores del bache de Ademar en el campeonato doméstico e intentando emular a Torrevieja. En la tónica de equilibrio, con 10-11 en el luminoso tuvo la opcion de empatar el conjunto almeriense, pero Saric respondió bien bajo los palos en los minutos finales del primer acto y Ademar León se fue en el tramo final, con su mayor renta de estos treinta minutos coincidiendo con el bocinazo final, tres goles (11-14) que inducían al optimismo de cara a la segunda mitad. Un optimismo que se acrecentó con diez minutos excelentes de Ademar en la salida del vestuario, un verdadero huracán de juego ante el cual Keymare apenas pudo oponer resistencia. Y es que el segundo periodo empezó con un nuevo parcial de 0-4 para los leoneses. Txema Senosiain solició tiempo muerto a los cinco minutos, cuando el electrónico reflejaba un 11-18, con los leoneses explotando su arma favorita, el contragolpe. Denis Krivoschlykov desempolvó sus mejores jugadas y su velocidad de pasadas campañas, con sus seis goles en el segundo periodo. Un cursillo de contragolpe y oportunismo, con frialdad en el uno contra uno ante el meta rival, por parte del ruso. El ataque local no arrancaba, con pérdidas de balón continuas y pecando de precipitación en busca de una remontada que mpezaba a ser un imposible. En el minuto veintiuno de la segunda parte se alcanzó la máxima ventaja para los de Jordi Ribera, un 17-28 que ya aseguraba la victoria leonesa.