«Santo» Claus regala un punto al Ademar (30-30)

F u e un partido de los de emociones fuertes. En el arranque de la segunda mitad un Ademar enrachado llegó a ganar al Portland por seis goles. Los navarros parecían a punto de doblar la rodilla. Pero no. Reaccionaron, dieron la vuelta al partido y a falta de cinco minutos ganaban por dos. Se empeñaron en llevarse la victoria para su casa y casi lo consiguen. Con el reloj a cero ganaban 29-30. La grada lloraba una derrota de las que causan amargor. Una décima antes de que sonase el bocinazo final los colegiados (¿?) señalaron un golpe franco a favor del Ademar. El Portland formó un muro delante de la meta de Svensson. Una situación vista mil veces que nunca acaba en gol. Pero esta vez la historia tuvo un final feliz. Claus Jakobsen (desde ayer Santo Claus) cogió la bola. La apretó entre sus manos y lanzó un pepino que atravesó el mar de brazos navarros y se coló por la escuadra de Svensson. El grito que dio al unísono el pabellón debió oirse hasta el Trobajo. El Ademar salvaba un punto in extremis. Atrás quedaban sesenta minutos de balonmano de altura donde dos equipos que sabían que no podían fallar pelearon hasta la extenuación por los dos puntos. El choque arrancó con Vugrinec y Valcic actuando de brazos ejecutores. El toma y daca de los primeros minutos lo para Saric deteniendo un lanzamiento a Ruesga. Y en el ataque siguiente Julen le da la primera ventaja a Ademar. Pero no se va nadie. La igualdad es la nota predominante. En el minuto 19 con 8-8, roja directa a Juancho. La historia del pivote antoniano es lo de siempre. Jakobsen encara para tirar y le pone el codo y el brazo en una jugada de las que puede hacer mucho daño al que viene lanzado. Con dos exclusiones y la expulsión de Juancho el Portland juega con tres jugadores de campo varios minutos. El Ademar lo aprovecha y se va de tres 12-9. Cabanas pide tiempo muerto. Pero el Ademar está entonado. En la recta final de los primeros treinta minutos, dos contras de Valcic y Stranovsyky elevan la diferencia a cuatro: 15-11. La grada la goza y al grito de «¡A por ellos!» pide más. No fue posible. El Portland recortó uno y los dos equipos se fueron a los vestuarios con resultado que todo el Ademar hubiese firmado: 15-12. Un colchón importante pero nada definitivo. En la segunda mitad, el Ademar entra decidido a sentenciar. En apenas tres minutos había perforado en tres ocasiones la meta defendida ahora por Svensson. La renta sube a seis. Pero el Portland es un equipo campeón y reacciona. Arpovechando las exclusiones del Ademar se acerca. La renta baja a tres. Balic y Ruesga lideran la remontada. En el minuto 21 Ruesga de penalti pone el empate a 25 y en la acción siguiente Martin falla. El horizonte del Ademar es oscuro. Ruesga pone a Portland uno arriba. Ribera pide tiempo muerto. Balic agranda la herida. Quedan siete minutos y el Ademar debe remontar dos tantos. Con 27-28 y cuatro minutos.Saric para un penalti y Julen pone el empate a 28. Ruesga pone encima al Portland de nuevo 30-29. Quedan treinta segundos. El Ademar consume su ataque. Golpe franco con el reloj a cero y ...apareció San Claus. Fueron desquiciantes para los dos sobre todo con su rosario de exclusiones y faltas que nadie veía excepto ellos.