El Rosenborg noruego castigó con derrota la indolencia del Valencia
El Valencia pagó su apatía en Noruega. El Rosenborg le dio un repaso, se llevó la victoria y comprimió un poco más el grupo de la Liga de Campeones. El equipo de Trondheim se aprovechó de que el Valencia se aplicó la ley del mínimo esfuerzo. Eso incluía viajar hasta Noruega, entrenar un poquito, atender a la prensa y personarse en el estadio de Lerkendal para disputar el partido de Champions. Jugar al fútbol no entraba en esos planes. Quique lo demostró con su conservadora alineación, con Marchena y Albelda como constructores del juego, algo para lo que no están destinados. La propuesta era clara: parar al correosos Rosenborg, intentar meter un gol y volver sin lesionados. Sólo funcionó lo tercero.
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