El Guijuelo, visitante ideal (4-0)

La Sociedad Deportiva Ponferradina obsequió a sus incondicionales con el mejor partido de la temporada ante el Guijuelo, que llegaba al Toralín con la vitola de ser el mejor visitante del grupo hasta la fecha. Y para la Deportiva ciertamente los chacineros se convirtieron en el mejor de todos los visitantes que han pasado por Ponferrada porque nunca antes los de Amaral habían encontrado una victoria tan cómoda en su estadio. Para que eso fuera así se dieron dos circunstancias. La primera es que los blanquiazules ofrecieron el mejor fútbol que se ha visto esta temporada en El Toralín, y además con una continuidad desconocida hasta ahora. Y por otro lado, por qué no decirlo, por la discreta actuación de los visitantes que sólo tuvieron el control del partido después de la expulsión de Óscar De Paula, apenas reiniciado el segundo período. Por fortuna, mucho antes de eso el estilete ofensivo local ya se había encargado de resolver la contienda con dos soberbios testarazos a sendos servicios de Ernesto primero y de Marco después. Con esas dos acciones la Deportiva ya había puesto el partido de cara, mientras que el Guijuelo sólo se había dejado notar en un par de lanzamientos lejanos que no inquietaron al meta local Cabrero. El segundo tanto hizo daño de forma especial porque llegaba justo antes de la finalización del primer tiempo y eso siempre supone una losa para el equipo que lo recibe. Se complicaron las cosas al inicio del segundo tiempo cuando De Paula recibe una dura entrada que no encuentra sanción en el excesivamente permisivo Docabo Otero. El delantero pareció quererse tomar la justicia por su mano a renglón seguido y entró con fuerza sobre Urraka, en una acción que le costó la tarjeta roja directa. Ahí se adueñaron del partido los chacineros porque la Deportiva acusó el golpe de verse privada de su mejor artillero de forma tan inesperada. El balón era para los verdes, pero nunca supieron sacarle partido a un dominio territorial que resultó estéril a más no poder. Con decir que Cabrero acabó el partido convertido casi en un espectador más, se comprende la pobre actuación ofensiva de los salmantinos, cuya condición de mejor equipo en los desplazamientos no fue justificada jamás por los de Alberto Iglesias. Ya en el tramo final, con los charros buscando recortar distancias, una preciosa combinación entre Dani Borreguero e Irurzun culmina con gran servicio de éste último sobre Teo que se queda solo ante Iker Fernández y le bate por bajo. Era el minuto 81, es decir, el momento oportuno para el pucelano que siempre golea en ese momento. Para agrandar la fiesta en la que se había convertido ya El Toralín, todavía iba a llegar otro tanto más, materializado en esta oportunidad por un hombre que necesitaba ya darse una alegría así. Ismael Irurzun estaba en horas bajas y ayer decidió fabricarse un penalti tras jugada personal que él mismo ejecutó para cerrar la cuenta local. Volvió la ola, el «A Ponferrada me voy» y botó El Toralín porque este año la gente se lo está pasando en grande viendo ganar a su equipo. A