Primer aviso a Milo Abelleira (0-2)

La peor Cultural de la temporada perdió ante un Burgos CF que se limitó a cerrar el juego leonés por las bandas y aprovechar las dos únicas llegadas hacia los dominios de Bermúdez de que dispusieron a lo largo de los noventa minutos de juego (0-2). Milo Abelleira planteó un encuentro con una línea media con un futbolista de contención y un creador que no dio los resultados apetecidos. Diego Aller se perdió en un juego apático y sin conexión, mientras que Manolo Pérez fue el único que quiso el balón para ordenar el juego culturalista. Destacó la presencia en el once titular de Joselito, pero su rendimiento no respondió a la confianza del técnico culturalista. Oriol Riera tampoco aportó nada en ataque, al igual que David Pérez, que volvió a ser el centro de las críticas procedentes de la grada. Al equipo leonés le correspondió nadar a contra corriente muy pronto. A los cinco minutos de iniciado el compromiso deportivo, una acción sin aparente peligro llevada por el Pedro García y las dudas en el corte de Fernando Martín propiciaron que el delantero del cuadro castellano fusilara a placer al cancerbero culturalista Bermúdez. Tocó lo de casi todas las jornadas en el estadio Antonio Amilivia. La Cultural comenzó el partido con un gol en contra. El objetivo fue una vez más tratar de remontar un encuentro cuesta arriba. La Cultural careció de recursos para dar fluidez a su juego e ir hacia arriba. Nadie quiso coger el timón del bloque leonés. Lo intentó Manolo Pérez, pero con excesiva lentitud en cada una de sus acciones. Cada uno de sus servicios nunca sorprendió al rival, al que bastó con juntar la defensa y el centro del campo, además de cerrar las bandas, para maniatar por completo a los dirigidos en la parte técnica por Milo Abelleira. Ni una sola acción de peligro por parte de los culturalistas de medio campo hacia adelante en los primeros cuarenta y cinco minutos. Y lo que es peor, ni un solo lanzamiento a la portería contraria, defendida por Xabier. Los minutos de descanso no sirvieron para nada. La afición culturalista esperó con ansia la puesta en escena de Nasser e Iván Mateo para dar peso específico a la medular, que en la primera parte careció de improvisación para dotar al juego culturalista de capacidad de sorpresa. Pero Milo Abelleira sorprendió a todos con el lateral Pablo Suárez y el media punta Asier Eizaguirre. El juego culturalista navegó a la deriva durante la segunda mitad del choque. Más de lo mismo que acabó por desquiciar al bloque leonés. Un bloque plano, sin aplomo sobre el campo y con dudas en cada una de las líneas del equipo. Mientras tanto, el bloque castellano de pesca. Félix Arnáiz ordenó aguantar atrás y dotar de balones al punta Pedro García. Dicho y hecho. En otra nueva inseguridad defensiva, el visitante Güembe sentenció al equipo leonés. Pese al adverso tanteador, el equipo culturalista nunca salió de su caparazón. Una imagen triste, apocada y reumática de un conjunto que cojea en cada una de sus líneas de juego. Además, la referencia del entrenador sólo genera dudas que después se transmiten al campo. La capacidad del técnico está en entredicho. La grada es sabia.