Balonmano | Liga Asobal
Un final de infarto deja sin victoria al Ademar Castresana: «No vale la pena jugar lesionado para que después te roben»
Jakobsen falla un penalti decisivo a escasos segundos de que acabara el partido. Las lesiones pasan factura al equipo leonés. Los jugadores del Ademar se quejan del arbitraje
Empate a griducle para Ademar en el pabellón de Logroño tras un partido en el que los jugadores de Jordi Ribera habían tenido ventajas importantes en el descanso y hasta el arranque del segundo periodo. Un final igualadísimo, de infarto, dejó al final el marcador en equilibrio, quizá lo más justo después de un partidazo intenso entre los dos equipos. Ademar había visto el partido del Naturhouse ante el Valladolid y saltó al Palacio de los Deportes de Logroño sabiendo perfectamente que para parar el equipo riojano tenía que cerrar su defensa y anular el pivote. No fue trabajo complicado para el equipo con mejores cifras defensivas de la categoría. Lo hizo con Laluska y Julen Aguinagalde anulando a Oneto en el pivote y dando las mínimas opciones tanto a Javi Parra como a Belasutegui en los extremos. Y simplemente con eso, trabajo arduo donde los haya en cualquier caso, el Ademar de León demostró en Logroño por qué no ha perdido ante los grandes y por qué quiere seguir aspirando a todo. Tardó poco más de cinco minutos el equipo de Jordi Ribera en poner en práctica su plan para acabar con el Naturhouse. Cinco minutos de toma de contacto que dejaron claro que el equipo riojano trataría de sorprender a la contra a los leoneses en cuanto tuviera ocasión y que el Ademar apostaría por un juego más calmado. El problema, para los locales, fue que sólo les funcionó en la primera jugada. Javi Parra abrió el marcador desde el extremo y ahí empezó a atascarse el equipo de Jota. El Ademar tomó el mando en el marcador, el Naturhouse empezó a precipitarse y el equipo leonés empezó a gestionar cómodas ventajas. Sobre todo después de que Mateo Garralda (que su primera intervención fue para llevarse la primera excluisón) soltara el brazo. No le funcionaba a los riojanos la defensa y cuatro goles consecutivos del lateral catapultaron al Ademar y le concedieron cuatro goles de ventaja que Naturhouse no conesguía recortar. Ni Julio Fis encontraba portería, ni Oneto, en el pivote, cazaba balones entre Laluka y Aguinagalde, ni se recurría a los extremos. Así, Jota tuvo que pedir tiempo muerto para rectificar lo que no funcionaba. Cambió pivotes, cambió centrales... cambió todo y sólo Isaías Guardiola y Julio Fis, desde los nueve metros, impedían que León tomara una ventaja definitiva. No lo hicieron los leoneses porque no forzaron. Tampoco lo necesitaron. Casi jugando andando, los de Ribera manejaron la renta de cuatro goles que Laluska pudo aumentar a cinco en el último lanzamiento de la primera parte pero que Gurutz Aguinagalde evitó (10-14). Tras el descanso, el partido cambió. El Naturhouse se creció, creyó en sí mismo y ayudado por las exclusiones, con Aguinagalde, Laluska y Sarmiento que se tuvieron que retirar dos minutos en los diez primeros minutos, equilibró primero y tomó el mando del marcador después. Lo hizo ante un Ademar que no vio venir la reacción riojana y que se quedó paralizado. La defensa riojana comenzó a engranar su juego. Se tranquilizó el equipo de Jota y, con un juego que ganó en creación y eliminó la velocidad de la primera parte, empezó a golpear al Ademar. El doble pivote Oneto-Gustavo Alonso cerró el pasillo de la primera parte. A ello se unió Alberto Aguirrezabalaga que, ante sus ex, sorprendió desde el extremo y Belaustegui desde atrás para situar un prometedor 22-19 en el marcador a los diez minutos. El pánico no llegó al banquillo de Ribera. El que fuera seleccionador de Brasil metió de nuevo en la pista a su teórico siete inicial y la ventaja riojana se esfumó para reiniciar el partido (23-23, min 46). Desde ese momento, el partido no tuvo dueño. La defensa 4-2 del Ademar se le atragantó por momentos al Naturhouse, que buscaba las manos de Gustavo Alonso. Pero estuvieron finos Julen Aguinagalde y Valçic para frenar al cántabro que, no obstante, se las ingenió para romperles la cintura en tres ocasiones. Y la ventaja que daba al Naturhuose se disipaba de la mano de Garralda o de Sarmiento e incluso de Urdiales. Empates constantes a 25, 26 y 27 dieron paso a los cinco últimos más intensos de la temporada en Logroño. Tanto que en el último minuto, después de que Torrego detuviera una pena máxima a Jakobsen, el Naturhouse jugó para ganar. El tiempo muerto de Jota a falta de quince segundos evitó el pasivo pero el lanzamiento sobre la bocina de Fis se marchó al lateral y el Ademar acabó llevándose un punto. El jugador leonés del Ademar Héctor Castresana no tuvo pelos en la lengua al final del partido ante el conjunto riojano: «No vale la pena jugar lesionado para que después te roben». El pivote leonés culpó a la actuación arbitral de que su equipo no hubiera conseguido la victoria frente al Naturhouse. Esta opinión de Castresana la compartieron sus compañeros a la hora de analizar las causas por las que el conjunto ademarista no logró los dos puntos en una cancha tan complicada como la del Naturhouse.