Los leoneses no logran clasificarsepara el nacional de caza menor1397124194

En el campeonato de caza menor con pe rro de Castilla y León, que se celebró en el coto abulense de Mengamuñoz, compitieron los 18 finalistas, dos por provincia, junto con el campeón del pasado año el burgalés Roberto Porras. En esta prueba y en una jornada soleada y sin apenas viento, desde las nueve de la mañana a las tres de la tarde los participantes debían dilucidar no sólo el título de campeón autonómico sino también la clasificación para la semifinal del campeonato de España, a la que acudirán los cuatro primeros clasificados. El reto de conseguir el cupo de seis piezas, perdices liebres y conejos como especies preferentes, se planteaba en un terreno difícil y muy abrupto, situado en plena sierra, pero con caza abundante a tenor de los resultados. Tan sólo dos de los diecinueve participantes se quedaban sin abatir ninguna pieza. En el cómputo final aparecían 39 perdices, tres liebres y un conejo de monte. El cazador bejarano Francisco Javier García conseguía el primer puesto con seis perdices. Este deportista, de reconocida deportividad y puntería, ya ha conquistado cuatro veces el campeonato autonómico y una el campeonato de España. El segundo puesto lo ocupó, con cuatro perdices, el burgalés Porras. La tercera y la cuarta posición, que permiten el pase a la semifinal, eran conseguidas por Ricardo Vicente y Alberto Bergaz con cuatro perdices y dos perdices una liebre y un conejo respectivamente. El campeonato de España de Caza, que llega este año a su 39 edición, se va a celebrar en la localidad extremeña de La Aldea del Fresno. Incidentes y polémica La denuncia formulada por uno de los jueces a punto estuvo de anular el campeonato tal y como reclamaban varios participantes. La anomalía se produjo cuando el mencionado juez descubrió dos perdices de granja ocultas bajo un tiesto en pleno campo. Al parecer no eran las únicas ya que la organización actuó de inmediato consiguiendo capturar vivas a otras dos. La trampa que alguien había intentado realizar era evidente: Pese a que cada cazador lleva un control, a veces resulta muy difícil seguirle, con lo que bastaría con llegar antes, destapar el cacharro de una patada para permitir que las perdices volasen y abatirlas como si fuesen bravas. El hecho de no poder descubrir al tramposo unido al alto coste económico que supone un campeonato y lo apretado de las fechas de cara al nacional, llevaron a la organización a dar validez al mismo lo que provocó altercados verbales en la proclamación de resultados. Desde hace algunos años los campeonatos autonómicos vienen siendo muy polémicos. Sin ir más lejos el del pasado año, celebrado en Pajares de los Oteros, también levantó protestas al dar como válidas palomas bravas que, según algunos participantes, habían sido abatidas por el burgalés Porras sin guardar la distancia reglamentaria al palomar. Los dos representantes leoneses quedaban fuera del nacional al conseguir un séptimo puesto Pedro Bravo con tres perdices y un décimo Luis Alberto Fernández con dos. La estrategia falló en el caso de Luis Alberto que nos cuenta su aventura: «Me habían dicho que con dos perdices me clasificaba seguro. Fallé dos nada más empezar pero luego conseguí matar otras dos. Casi no se oían tiros así que me fui al control. Mientras esperaba comencé a sentir que me había equivocado, pues se empezaron a oír bastantes disparos. Ya no había remedio». (Según el reglamento en caso de empate gana el que primero entra en el control). Por su parte Pedro Bravo apuró hasta el final. Una pieza mas le habría otorgado la clasificación ya que del quinto al séptimo se presentaron tres perdices en el control.