Diez minutos sublimes y un triunfo épico del Begar (75-67)

El Grupo Begar deleitó a su afición con su segundo triunfo liguero y lo hizo recurriendo nuevamente a la épica y a diez minutos sublimes del tercer periodo en los que los leoneses dejaron patente hasta qué pueden llegar. El parcial de 24-9 fue la mejor expresión de un equipo al que cuando le funciona el equilibrio defensa-ataque es muy complicado frenar, y menos si lo hace con el aliento del público a sus espaldas. El inicio de los de Aranzana no pudo ser más esperanzador. Con un parcial de 6-0 de la mano de Evans, Hurges y Bulfoni el panorama parecía encarrilarse. Pero el Murcia no estaba dispuesto a echar por tierra sus opciones y en apenas un par de minutos devolvía la jugada al Begar con 0-7. Hughes volvía a poner a los leoneses por delante y ahí comenzaba un intercambio de canastas que apenas otorgaban un margen de tres puntos a los contendientes. Con 21-20 se cerraba el primer cuarto y con ello un pulso en el que los hombres altos habían superado a los bajos en acierto. Los segundos diez minutos fueron otro cantar. Con la casi única aportación de los pívots el Grupo Begar empezaba a perder de v ista en el marcador a los murcianos. Thomas y Kammerichs, uno desde el perímetro y otro en la zona, empezaban a abrir una brecha que a 2'47 del descanso llegaba a los diez puntos (27-37). La luz de alarma se había encendido. Bernabé y Hughes, con tres canastas casi consecutivas acercaron a los leoneses hasta los cinco puntos. Una herida que empezaba a cicatrizar a la espera de los restantes 20 minutos. El enfado de Aranzana era notable y así lo dejó notar en el vestuario. Sus palabras dieron efecto y a pesar de la canasta inicial del Polaris la reacción del Begar, arropado por la grada, no tardó en llegar. Bulfoni y Barnes se convirtieron en la man o ejecutora de un equipo que en apenas cinco minutos había pasado como un huracán sobre el Murcia endosando a los de Hussein un parcial demoledor (18-3). Seguro en el rebote y con una defensa agresiva como había sugerido el técnico en la previa, los leoneses carburaban a la perfección ante un adversario al que sólo mantenía la aportación de Thomas y al que también empezaban a fallarle no sólo las jugadas con ventaja numérica sino el acierto ante el aro. Diez puntos de margen otorgaban esperanzas plenas a los de Aranzana para sumar su segundo triunfo liguero. Pero lo más importante era que habían sido capaces de resucitar un partido que parecía abocado a otro revés. Y eso con un parcial en el tercer cuarto de 24-9, casi el doble de puntos a favor que en los diez minutos precedentes. Con el choque roto a favor del Begar el cuarto periodo se convirtió en un intercambio de canastas en el que el Polaris aprovechó algunos errores de los leoneses. Fue a partir del 70-54 que llevaba el delirio a una grada entregada con el juego de los suyos. Liderados por Bulfoni (ayer como en sus mejores tardes con 23 puntos) y un Barnes colosal en la zona el Begar llegaba al final nueve puntos arriba. Suficientes para recobrar el ánimo, la ilusión y sin duda, la autoconfianza.