Una «manita» a los cachorros (5-0)

La Sociedad Deportiva Ponferradina se deshizo del Bilbao Athletic con menos lucidez de lo que pudiera desprenderse del contundente marcador que al final se registró. Nadie puede poner en tela de juicio la victoria local, pero también es verdad que a los locales les costó mucho trabajo gobernar el encuentro, especialmente en una primera parte que tuvo más color rojiblanco. Y eso que las cosas no pudieron comenzar mejor para la Ponferradina que abrió el marcador por medio de Óscar De Paula cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de juego. Fran bota una falta cerca del banderín de córner en la parte izquierda del ataque local y Óscar aparece en el primer palo para aprovecharse del rebote y alojar el cuero en la red de Iago Herrerín. Esa acción, que en buena lógica debería haber servido para serenar el fútbol de los locales, no evitó un primer tiempo de sufrimiento en el que Manolo Rubio tuvo que salvar los muebles ante Jon Vélez para evitar un empate que se veía venir. El delantero navarro tuvo tres claras ocasiones de marcar, pero Rubio le demostró a David Amaral que cuenta con dos porteros de categoría, evitando la catástrofe que se cernía. Sin embargo, esta Deportiva tiene tanta calidad arriba y tal capacidad de pegada, que en su segundo acercamiento estuvo a punto de repetir cuando Fran sirvió a Rubén Vega para que su cabezazo no fuera alcanzado por De Paula en el otro palo. Poco después, Rubén asiste magistralmente a Óscar que ya se quedaba solo ante Iago cuando fue trabado por Gainza Bergara en las inmediaciones del punto de penalti. Desde allí, desde los once metros, Rubén Vega se encargó de encarrilar el partido. Todavía, antes de concluyera el primer acto del encuentro, un córner botado por Marco llevó la pelota a la cabeza del Pichichi blanquiazul. Óscar conectó bien con el cuero y ejecutando un remate que terminaría con el balón saliendo ligeramente desviado por encima del larguero cuando ya se cantaba el tercero desde la grada. Los cachorros se entregan Ese segundo tanto de la Deportiva hizo mucho daño a un filial que todavía estaba persiguiendo el sueño de arañar algo en El Toralín. A partir de entonces los de Amaral tuvieron el camino más allanado porque el Bilbao Athletic bajó algo los brazos, confiando en Jon Vélez y Líbano sus escasas opciones de sorprender a Rubio. Por contra, sin hacer un fútbol espectacular, ni mucho menos, a los locales les bastaba con estar ordenados en la zaga y lanzar contragolpes peligrosos para sembrar el pánico en el marco opuesto. Esto es lo que más le gusta a la Deportiva en realidad. Si encima el rival echa una mano, pues mucho mejor, porque eso fue lo que hizo el portero Iago cuando dejó el balón en bandeja de plata a De Paula después de un córner botado por Fran. Así llegó el tercero. Y para rematar la faena, Isma Irurzun estuvo listo en boca de gol para firmar el cuarto en un rechace y luego culminó un contragolpe lanzado por Ernesto para completar la manita. Sólo fue fácil en el segundo tiempo.