El Puertas Deyma no pudo con un O Loureiro más entonado (3-1)

Puertas Deyma puede culpar de su derrota al arbitraje, y hay motivos para ello tras ver como las tarjetas y las jugadas sancionadas con polémica siempre eran señaladas en contra de los leoneses. Otros culparán a la falta de acierto en el remate final, otro de los datos fundamentales del choque, porque el cuadro del Puertas Deyma falló como sólo lo hacen los equipos juveniles, pero al final, en este deporte en los que las redes cumplen un papel tan fundamental, los goles resultan determinantes para decretar un vencedor, y los que más los lograron fueron los integrantes del cuadro coruñés que, con un gran alarde de efectividad, fue mejor en esa faceta. Y eso que en la primera mitad el conjunto leonés fue superior a su oponente, controlando la situación, y el juego, además de dominar la posesión del balón y el dominio territorial, pero sin poder reflejar todo ello en el marcador ante la carencia de pegada en el momento básico, en la zona donde se resuelven los partidos. Contaron con infinidad de oportunidades pero, como en el resto de la campaña, la gran cruz del cuadro visitante fue la carencia de gol, un lastre que llevan arrastrando durante muchos partidos a pesar de su buena clasificación y de la espléndida temporada que estan realizando. En la primera parte no hubo goles, algo extraño en un deporte tan vivaz y con tanto ritmo, pero en la segunda quedó sentenciado el partido cuando mejor estaban las cosas para los leoneses. Una jugada de combinación a los tres minutos de la reanudación sirvió para que Pablo Sánchez, un jugador juvenil del conjunto gallego, marcara el primero del partido y abriera un poco el encuentro. Cuatro minutos después el equipo local ampliaba la distancia al enviar Nando al fondo de la red una falta inexistente, una más, decretada por los caseros colegiados del partido. La presión de los leoneses desde ese momento fue la nota que marcó el choque. Fruto de ella fue el gol que recortaba distancias obra de Nacho tras un saque de esquina, pero una contra bien llevada por Deivi terminó por sentenciar el partido a cinco del final.