El Madrid exhibe su pegada (2-0)
La pegada demoledora del líder permitió al Real Madrid derrotar a un Osasuna vistoso, pese a sus numerosas bajas, en el día que los jugadores de este equipo apostaron por la ley del mínimo esfuerzo, con la mente puesta en el clásico que afrontarán con cuatro puntos de diferencia contra el Barcelona. La lesión de Leo Messi estaba presente en el Bernabéu. Nadie quiere perderse el gran partido del año y mezclando el cansancio del encuentro europeo ante el Lazio con las miradas que enfocan al Camp Nou, no era el momento de arriesgar. Nació el partido con un Osasuna valiente pese a la losa que representaban las ocho bajas con las que acudía a la cita. Dominó de inicio, adelantando sus líneas, jugando con velocidad y liderado en ataque por un inspirado Carlos Vela, que dejó detalles de estrella. Un lanzamiento de falta de Plasil y un cabezazo de Flaño, que se paseó por la línea de gol, plasmaban la superioridad «rojilla» en el centro del campo, donde la intermitencia de Sneijder provoca un juego a tirones. Falta un referente en el centro del campo. Es el momento en que el Real Madrid añora a Guti. Ante Osasuna el partido se decantó a balón parado. Sneijder se enchufó unos instantes, para lanzar un preciso pase a la cabeza de Van Nistelrooy, que libre de marca superó a Ricardo. El gol calentó por unos instantes el juego frío madridista y en dos minutos llegó más que en todo el partido. Sergio Ramos rozó el gol con un potente disparo, que sacó la defensa rival, y Baptista remató alto. No cambió el panorama en el inicio del segundo acto. Robinho, desaparecido hasta el momento, comenzó a desequilibrar y culminó dos rápidas jugadas en sendos disparos peligrosos. Uno acabó con la mejor parada de la noche de Ricardo. Pero no había continuidad a un juego demasiado directo ante la mirada incrédula de Raúl y Van Nistelrooy. Los silbidos de la afición ya eran una realidad. Era el momento de recurrir a Guti. Raúl perdonó el segundo, tras adivinar un pase de Ricardo y precipitarse cuando tenía todo a favor, y una jugada de Guti con Van Nistelrooy acabó en asistencia a Sneijder, que fusiló a Ricardo, chutando con la derecha pegado al palo. El telón antes del clásico se bajó, con un Osasuna tímido en sus dos remates a Iker Casillas, de Vela y Font, y el regreso de Heinze con quince minutos para coger ritmo para el Camp Nou. El líder sigue ganando todo lo que juega en el Bernabéu, con una pegada demoledora.