El talento ganó el pulso a la garra y la fuerza en la zona

El peligro del Pamesa viene de muchos frentes. Eso tiene una explicación, la extraordinaria plantilla con la que cuentan los levantinos para hacer frente a cualquier compromiso que se precie. Ayer entre Williams, Barac y Miralles se bastaron para poner patas arriba las intenciones de un Grupo Begar que no obstante firmó un buen inicio de partido aunque poco a poco fue diluyéndose. La poca amplitud de banquillo también hizo daño a los de Aranzana que intentó con varios cambios darle la vuelta al marcador aunque al final el resultado no fue el esperado. Ni Strong ni Evans, por citar dos ejemplos, estuvieron acertados y eso, en un equipo donde cada mimbre tiene un trabajo definido en ayuda de sus compañeros, se paga muy caro. Además, en esta ocasión el rendimiento demostrado ante los grandes de la competición como el Real Madrid, AXA Barcelona, DKV Joventut y Tau Vitoria no fue tal frente a un Pamesa que recuperó a Garcés y que tuvo en un jugador alto como Barac uno de sus mejores referentes, tanto debajo del aro como en la media distancia. Por suerte cada partido es diferente y ahora los leoneses deberán hacer frente a otro duro escollo como el Akasvayu Girona, aunque en esta ocasión en el Palacio de Deportes y con la afición como sexto y decisivo jugador.